Arropado por parte de la directiva, miembros de la comisión deportiva y su cuerpo técnico, Óscar Cano se ha despedido del CD Castellón en una rueda de prensa en la que ha repasado los 25 meses en los que ha estado al frente del conjunto albinegro, un periodo en el que logró salvar al equipo de un nuevo descenso a Tercera División y al que llevó, casi por sorpresa, de nuevo al fútbol profesional.

“Deseo de corazón que el Castellón logre su objetivo. Han sido dos años agotadores pero muy bonitos y que nos convierten en mejores personas”, dijo el técnico granadino tras hacer un rápido repaso de su etapa en albinegro.

Cano, además, aprovechó el momento para agradecer la confianza de los que pensaron en él para traerlo (José Miguel Garrido y Juan Guerrero); la nueva directiva por mantenerlo pese al cambio de propiedad (Vicente Montesinos y compañía); a los jugadores y al personal del club, pero sobre todo a Elías Martí y Matías Ramírez.

Fue al hablar de ellos cuando el granadino se rompió y se le escapó el llanto: “Cuando empecé a notar que había ciertas dudas, si no tomé ninguna decisión sobre mi marcha fue por ellos, por la ilusión que cada mañana he visto en ellos y sus ganas por revertir la situación. Matías dejó su trabajo en un ayuntamiento si saber lo que iba a cobrar aquí y Elías… de él solo puedo decir que es el motor y el que hace que todo funcione”.

Durante su comparecencia de despedida, además, Cano habló de las siguientes cuestiones:

¿Entiende que se haya tomado la decisión en este momento?:

“No la compartimos, pero la respetamos. La situación no es tan crítica porque estamos a un solo punto de la salvación y, menos ahora que se ha abierto el mercado de fichajes, pero esto es fútbol y, si los que mandan ven que no estamos capacitados para conseguirlo, hay que aceptarlo con normalidad.

¿Había notado falta de confianza en los últimos días?

“El club ha de seguir viviendo y es normal que se miren alternativas. Sabía que se había hablado con gente y son cosas habituales. El equipo ha contado con una falta de recursos y necesita unos perfiles con los que no cuenta para poder competir de tú a tú con el resto y mi obligación era pedirlos por el bien del club".

¿Se arrepiente de algo?

“No me ha dado tiempo aún a repasar estos algo más de dos años… Pero si no nos hubieran empatado el día del Sabadell o Marc Mateu hubiera marcado el penalti, estaríamos con +5 y yo no estaría sentado aquí ahora mismo como entrenador destituido. No me arrepiento de nada porque he ejercido mi profesión en todos los clubes en los que he estado. Cuando llego a un sitio siempre digo q yo mando y nadie nunca me ha impuesto nada. Todo lo hemos hecho pensando en el equipo”.

¿Hubo consenso en la confección de la plantilla con la comisión deportiva?

“Hay cosas que no se han podido hacer pero no hay que lamentarse. Tenemos la plantilla que podemos tener y yo he sido partícipe en todo porque se me permitió formar parte de la comisión deportiva. Ha habido consenso dentro de lo que nos podíamos permitir. Y desde la confección de la plantilla sabíamos que faltaba experiencia y que eso nos podía condicionar como así ha sido, sobre todo en las dos áreas. Solo puedo decir que la gente de la comisión deportiva se ha matado para que tuviéramos el mejor equipo posible”.

¿Se puede hacer otro tipo de fútbol con los jugadores que hay?

“No sé quién va a venir ni qué va a hacer. Yo ahora tomaré distancia. Solo espero que tenga suerte para encontrar el camino. Nosotros nos vamos habiéndolo probado todo, jugando de mil modos diferentes y no hemos sido fieles al 100% a los que sentimos aunque algunos lo hayan visto así. Pero, aún probando distinta alternativas, hemos seguido cometiendo los mismos errores en las mismas zonas del campo”.