Joan Barreda lleva una década siendo el eterno aspirante al título de motos en el Dakar. Honda le fichó para romper el dominio de KTM y el pasado año lo logró...con Ricky Brabec, que puso fin al reinado de 18 años de los austríacos mientras Barreda renunciaba lesionado, tras precipitarse por un barranco. Tampoco en la presente edición, la undécima en su currículum, pudo cumplir su objetivo. Y esta vez no fue por avería o accidente, sino por un error incomprensible, al saltarse un punto obligatorio de repostaje y quedarse sin gasolina cuando iba lanzado a por el triunfo en la penúltima etapa. Un fallo garrafal que le cuesta otro ansiado título en el rally Dakar,

Una edición en la que Peterhansel agrandó su leyenda: ha conquistado 14 veces la carrera (seis en motos y ocho en coches) en cuatro décadas diferentes y en tres continentes distintos. Por algo es Monsieur Dakar. Carlos Sainz, que se llevó la última etapa, fue tercero en la general. En motos ganó Benavides, un compañero de Barreda. El salmantino Lorenzo Santolino, sexto, fue el mejor representante español.

Y es que por cualidades técnicas y velocidad pocos participantes en la categoría de motos del Dakar están a la altura de Joan BangBang Barreda, el piloto en activo que suma mayor número de victorias de etapa (27) en el rally más duro del planeta. Pero eso no se refleja en su palmarés.

En el 2019, tras empezar de forma estelar con un triunfo, el tercer día se cayó y abandonó. El año anterior (2018), su lesión de la muñeca le hizo correr mermado (e infiltrado durante todo el rally) y fue víctima de otra caída. En el 2017, una penalización a su equipo le dejó sin triunfo y en los dos años anteriores tuvo problemas de motor. El eterno infortunio también le acompañó en su primer Dakar, en 2011, con Aprilia.

Este era el año clave

Este año, el torreblanquino había llegado a Arabia Saudí en plena forma. La pandemia del coronavirus y su posterior confinamiento le dio tiempo para recuperarse de sus problemas físicos. Comenzó con tres victorias de etapa y aunque una caída al principio de la segunda semana le dejó rezagado, el miércoles resurgió con una gran actuación, que le dejó a 15’40 del líder, su compañero Kevin Benavides. Y es que, en la penúltima etapa, Barreda estaba marcando un ritmo impresionante. En la última referencia antes del refuelling era segundo y le arañaba 2’26 a Benavides. Pero no se detuvo en el kilómetro 174, lo que implicaba sanción, o quedarse sin combustible. Y ocurrió lo segundo.