Llegó a España muy joven, con apenas 22 años y con la vitola de ser uno de los guardametas con mayor futuro de Argentina, tras sobresalir desde los 19 años en un histórico como el Estudiantes de la Plata. De ahí, tras dos años en Uruguay, en el Deportivo Maldonado, su buen hacer hizo saltar las alarmas en los ojeadores del Manchester City, que lo ficharon como un portero de futuro, al que cedieron a la Real Sociedad. Fue en el club txuri urdin donde se hizo hombre y futbolista. Ahora, tras haber pertenecido seis temporadas a la entidad donostiarra, y brillar el pasado ejercicio en el Montpellier de la Ligue 1 francesa, Gero Rulli (La Plata, Argentina, 20 de mayo de 1992) afronta un reto diferente en el Villarreal.

El cancerbero platense, con la madurez y experiencia que le otorgan sus 28 años, tiene ante sí la papeleta de competir con el guardameta que más veces ha vestido la camiseta del Submarino en competición oficial, Sergio Asenjo, con el que admite tener buena relación y una competencia sana.

Respeta su rol de suplente en LaLiga, y titular tanto en la Europa League como en la Copa del Rey, pero no se conforma. Rulli es ambicioso y, como él mismo dice, quiere escribir su propia historia en el club de la Plana Baixa, con el que aspira a levantar un título.

El argentino analiza para Mediterráneo cómo están siendo sus primeros cinco meses en una entidad como la amarilla, a la que reconoce que admira desde su etapa en la Real Sociedad.

Sabía que venía a una plaza complicada con un portero titular como Sergio Asenjo, muy consolidado. ¿Cómo están siendo sus primeros meses en el Villarreal?

La verdad es que estoy contento por cómo se están dando las cosas. A todos nos gustaría jugar más y ser alineado en todos los partidos, pero tenía muy claro dónde venía y que, en un principio, los inicios iban a ser así. Es un momento de tener paciencia, vivir con intensidad el día a día y aprovechar cada situación que se dé.

Parece que su rol por ahora es el de jugar en Europa League y en la Copa del Rey. ¿Lo tiene asumido?

Tengo mucha ilusión cara al presente. Soy un futbolista ambicioso, siempre desde el respeto. Yo he venido aquí a competir; ni yo ni ningún jugador queremos ser suplentes. Vine al Villarreal a escribir mi propia historia, por lo que tanto mental como físicamente tengo que estar preparado para rendir al máximo nivel cuando me toque participar.

Y, mentalmente, ¿cómo está llevando una situación así?

Evidentemente, me gustaría jugar muchísimo más, pero uno debe aceptar lo que le toca y dar el máximo en cada entrenamiento y en cada oportunidad que se le brinde. El puesto de portero es diferente, es más complicado. La verdad es que en la Real Sociedad me tocó estar en el otro lado, por lo que ahora debo aceptar el rol que me toca, ponérselo complicado al míster y no bajar los brazos. Es más, creo que esta situación es una nueva experiencia para mí y sé que, a la larga, me hará mejor.

Además, en la posición de portero con quien más convive, es con su directo competidor por el puesto. ¿Cómo lo llevan tanto usted como Sergio Asenjo?

Es curioso. Los porteros somos los que más tiempo estamos juntos y ya estamos acostumbrados. Sabemos que solo puede jugar uno y entrenamos casi siempre al margen del resto. Nunca he tenido problemas con ningún portero, y ahora tampoco. Es importante tener buena relación entre guardametas, como es nuestro caso. Yo respeto al máximo a Sergio; y la competencia es buena. Siempre hay que estar al pie del cañón.

Llegó muy joven a España, con 22 años, cedido por el Manchester City, en el que nunca llegó a jugar, a la Real Sociedad. En el club donostiarra estuvo seis años, cinco allí y otro cedido en Francia. ¿Le curtieron los años en Donosti?

Fueron años muy lindos, aunque viví de todo. Lo bueno y lo malo del fútbol, ya que las primeras temporadas fueron muy bien, jugué casi todo en la Real y debuté con la selección absoluta de Argentina, que es todo un privilegio. Luego, en la última campaña, se complicó todo en lo anímico y en lo deportivo, por eso decidimos que me marchara a Francia, cedido al Montpellier.

¿Y cree que acertó marchándose al Montpellier?

Sinceramente, sí. Necesitaba un cambio a todos los niveles y se dio la oportunidad de irme cedido a Francia, no lo desaproveché. Allí me trataron muy bien y lo jugué todo [solo se perdió dos partidos oficiales entre Liga y Copa]. La verdad es que me salió muy buena temporada, en la que aprendí mucho y gané en confianza. Y, claro, gracias a mi año en el Montpellier pude fichar por el Villarreal.

¿Cómo vivió su fichaje por el Submarino? ¿Se lo esperaba? ¿Le costó decidirse?

La llamada del Villarreal te alegra. ¿A qué futbolista no le alegraría? Es un club grande, que desde que llegué a España fui conociendo, uno de esos equipos que desde fuera admiras, porque siempre compite, juega muy buen fútbol y lucha cada año por estar en Europa. Ni lo dudé. Era imposible decir no, tanto por el proyecto que me ofrecieron como porque me sentí muy valorado; tanto, que me firmaron por cuatro años; y eso, en el fútbol de hoy en día, es sinónimo de que confían en ti. Por eso tengo tantas ganas de hacer cosas importantes en este club.

Hablando de cosas importantes, con una plantilla como la que tiene el Villarreal, es normal que se exija y que sea difícil jugar. ¿Qué opina de la competencia y del nivel del grupo?

Una cosa debe tener muy clara la gente: lo que hace grande a los equipos, es la competencia. Y lo cierto es que cualquier jugador de esta plantilla puede ser titular. Esa competencia que tenemos, es la que hace que suba el nivel del colectivo, que la competitividad sea mayor y que, en definitiva, hace que todos mejoremos.

¿A qué puede aspirar esta temporada el Villarreal?

Aquí somos todos ambiciosos. Este club es ambicioso; y si los jugadores no lo fuéramos, no podríamos estar aquí. Se ha formado un equipo muy sólido, con experiencia y juventud. Tenemos nivel, somos constantes y, siempre con humildad y yendo paso a paso, debemos aspirar a lo máximo en las tres competiciones que estamos jugando. Hasta la fecha, lo estamos haciendo bien en las tres; y si seguimos por el mismo camino, ¿por qué no podemos aspirar a jugar una final y a pelear por ganarla? Tenemos la madurez e ilusión suficientes para conseguirlo.

El club, desde luego, ha puesto los mimbres para aspirar a cotas importantes en el presente ejercicio. Pero, además, ha dotado al equipo de un entrenador del prestigio de Unai Emery. ¿Qué opinión le merece el preparador?

Técnicos como Unai Emery son personas ganadoras. No voy a ser yo quien descubra ahora al míster. Es un entrenador que vive por y para los títulos, como ha demostrado en Valencia, Sevilla y París, por poner ejemplos. Con la mentalidad en el trabajo y la ambición en el campo que él nos transmite, vamos a intentar pelear por lo máximo posible. Estoy seguro.

Cierto es que, por trayectoria, un club como el Villarreal merece levantar un título.

Insisto en que por esfuerzo, trabajo y dedicación de todos los que formamos este club, no va a ser. Si logramos levantar un título, sería coronar el trabajo que se viene haciendo por parte de la entidad desde hace muchos años. Estamos haciendo las cosas bien y, sin duda, el Villarreal lo merece.

Sería muy bonito, y más ahora que el coronavirus está privando a la afición de poder acudir al Estadio de La Cerámica.

La verdad es que se echa mucho de menos a la afición. Tengo ganar de sentir el privilegio de poder jugar ante nuestro público. Desde que he llegado al Villarreal, me he sentido bien en el campo sin público; imagínese lo a gusto que me puedo sentir arropado por nuestros seguidores.

Ahora, en pocos días, le toca saltar al ruedo, en los octavos de final de la Copa del Rey. ¿Es el Submarino uno de los favoritos para ganar esta competición?

Respetamos mucho a este torneo, lo estamos demostrando en las eliminatorias anteriores. Respetamos a los rivales a los que nos enfrentamos y, sobre todo, respetamos nuestra camiseta. Queremos hacer algo grande en la Copa y, por qué no, ganarla. Vengo de un club como la Real Sociedad, que cada año aspiraba a lo mismo; y, de hecho, el pasado año alcanzó la final y todavía puede ganarla. Con respeto, pero tenemos el derecho a poder ilusionarnos.

La última: ¿será complicado superar al Girona a partido único, por aquello de que es a domicilio?

Será una eliminatoria complicada, estoy seguro. Independientemente del rival que nos hubiera tocado, nosotros no íbamos a variar el guión de las tres eliminatorias anteriores. Sabemos que el Girona es un rival que nos lo va a poner muy difícil, pero nosotros vamos a competir dando el máximo. Aunque sea un equipo de Segunda A, viene de eliminar al Cádiz, que es de Primera y uno de los equipos más complicados de batir y que ha ganado a grandes como Madrid y Barça. Vamos a por todas. Queremos estar en cuartos de final para seguir soñando.