La pandemia del coronavirus ha modificado los hábitos de los castellonenses, también en materia de deporte. La actividad física al aire libre ha ganado adeptos en los últimos meses, una tendencia que parece haber llegado para quedarse. En Castelló, con las restricciones vigentes, las estampas de gente haciendo deporte en parques y calles se han convertido en habituales.

Cronológicamente, la adaptación de los castellonenses al coronavirus, en materia de deportes, ha seguido distintas fases. Con el rígido confinamiento que se decretó el pasado mes de marzo, no les quedó más opción que realizar deporte en sus hogares, ya fuera por su cuenta o siguiendo sesiones o clases de manera telemática.

La desescalada tras el Estado de Alarma abrió un nuevo escenario a finales de primavera, prolongado durante el verano. Tras tantas semanas de encierro, los castellonenses tenían ganas de luz y de aire, y ya se apreció un aumento de personas realizando deporte al aire libre en las distintas fases de la desescalada. Los gimnasios, en paralelo, y las instalaciones deportivas pudieron abrir de nuevo sus puertas hasta que llegó el invierno, con él se elevó la incidencia del coronavirus, y volvieron a endurecerse las restricciones.

Pero en este caso se ha evitado el confinamiento total de la población y una de las escasas actividades que todavía pueden realizar los castellonenses es el deporte al aire libre, ya sea para correr, pasear o ir en bici. A esta circunstancia se ha unido el cierre perimetral de Castelló y Vila-real durante los fines de semana, por lo que se ha intensificado la densidad de deportistas en las grandes ciudades. Muchas grupetas de ciclistas, como explica Enrique Pallarés, han tenido que adaptar sus salidas habituales, reduciéndolas. «Si vives en Castelló, puedes ir hasta el kilómetro 3 del Desert, o subir a la Coma, y volver por la costa, pero poco más», comenta. Esta situación ha hecho que algunos como él se pasen al running, aunque sea momentáneamente.

«Corriendo ves más gente», explica Enrique Pallarés. En Castelló sin duda en la ronda Este o en la zona litoral del Grau, lugares preferentes para los que pasean y para los que corren. También en la provincia hay puntos, entre otros, como la vía verde que une Benicàssim y Orpesa; la ermita, el Termet y la zona este por la N-340 en Vila-real; el paseo marítimo o las pistas de Irta en Peñíscola; la circunvalación de la Vall o el paseo que la une con Alfondeguilla, que todos los días se llenan de castellonenses que se ejercitan al aire libre. Es la vida sana en los tiempos del covid.

La reinvención del gimnasio

La reinvención del gimnasio Los gimnasios de Castellón permanecen cerrados por orden de la Generalitat valenciana desde el pasado 20 de enero, pero no por ello, en muchos casos, han dejado de ofrecer servicios a sus clientes. En algunos casos, prácticamente personalizados. Pepe Romero, de Barbell Box, explica que envía cada semana un planning de entrenamientos para sus pupilos, y los complementa con vídeos de los ejercicios que han de realizar. Después, de manera individual o en pareja, los deportistas pueden salir a los parques, a diferentes parajes naturales o a lugares despejados para cumplir con las sesiones de entrenamiento al aire libre, e incluso el gimnasio les alquila el material necesario para ejercitarse. Indica Barbell que en otros centros optan por realizar también clases telemáticas que los clientes siguen desde sus casas.