Romper la dinámica negativa de resultados y comenzar la reacción en LaLiga pasa por Eibar. El Villarreal visita mañana Ipurúa (18.30 horas), feudo siempre complicado, donde los de Unai Emery deben dejar atrás, de una vez por todas, una racha de 8 jornadas consecutivas sin ganar en el campeonato doméstico, la cual no solo es preocupante a nivel de la clasificación, sino que parece estar afectando en los anímico a los futbolistas groguets.

Pero, agarrándose al optimismo y a las ganas de enderezar el rumbo, el Submarino sabe que tiene el rival propicio al que asestarle un golpe casi mortal y, de paso, iniciar su remontada en la tabla clasificatoria, en busca de las plazas europeas, junto a ir recuperando la moral y la autoestima, que quedaron muy dañadas tras la derrota en el derbi ante el Valencia en Mestalla, donde los amarillos vencían por 0-1 en el minuto 84 y claudicaron por 2-1.

LA RACHA EIBARRESA / El conjunto armero es el contrincante idóneo para asestarle un golpe mortal. Con su entrenador, el idolatrado en Ipurúa, José Luis Mendilibar contra las cuerdas, el Eibar atraviesa por una racha pésima que se prolonga ya en 15 partidos. Desde el 30 de noviembre, que ganó al Real Betis 0-2 a domicilio, los azulgrana solo han ganado un encuentro de los últimos 15, el pasado 3 de enero en casa ante el Granada (2-0), con un bagaje de 6 empates y 8 derrotas, además del mencionado éxito ante los granadinos. Y si estrechamos el cerco, desde que vencieran a los andaluces, la racha es de 9 jornadas consecutivas sin conocer el triunfo.

Dichos últimos 9 encuentros se han saldado con 6 derrotas y solo 3 empates, es decir, el Eibar recibirá al Villarreal habiendo sumado solo 3 de los últimos 27 puntos que ha disputado.

Unos guarismos que han relegado a los armeros hasta la zona de descenso, ya que en estos momentos ocupa la 18ª plaza, con 22 puntos, empatado con el penúltimo de la tabla, el Alavés, dos por encima del colista Huesca y a dos de los puestos de permanencia que en estos momentos marca el Elche y a tres del Valladolid.

Una dinámica que tiene en el alambre a un Mendilibar al que una derrota ante el Submarino mañana podría, incluso, costarle el cargo al de Zaldibar.

A ROMPER EL BACHE / En el bando amarillo, la dinámica en Liga es similar a la del Eibar, ya que si los vascos llevan 9 partidos sin ganar, los de Unai Emery acumula 8 jornadas sin conocer el triunfo, aunque con 5 triunfos y 3 derrotas.

Pero el Villarreal tiene una aspirina llamada Europa League, que en las últimas jornadas ha reactivado al equipo tras cada derrota en Liga. Los dos triunfos ante el Red Bull Salzburgo invirtieron una dinámica de no ganar que, pese a ello, no se ha traducido en éxitos en Liga. Ahora, tras la buena imagen mostrada el pasado jueves en Kiev ante el Dinamo, con una victoria convincente y contundente por 0-2 debe, dicha alegría debe servir de reactivador anímico para un vestuario que ha sido golpeado en la moral y en la autoestima de sus futbolistas.

Sin duda, duelo de dinámicas negativas en la que el Submarino debe aprovechar el estado casi catatónico del Eibar para comenzar su reacción en LaLiga.