Es, junto a Mario Gaspar, Jaume Costa y Gerard Moreno, uno de los supervivientes del último ascenso a Primera. A sus 29 años, Manu Trigueros es lo que se llama un hombre de club: sin dar jamás un problema ha pasado de promesa a realidad, primero, y de realidad y leyenda. El centrocampista talaverano entró este fin de semana en el podio de jugadores con más partidos oficiales jugados de la historia en la élite del Villarreal CF. Supera a Marcos Senna y sigue la estela de Mario y Bruno, y lo hace en uno de los mejores momentos de su ya extensa carrera.

Manuel Trigueros Muñoz (Talavera de la Reina, 17/10/1991) sumó durante el envite frente al Cádiz, de esta última jornada, su partido número 364 en el primer equipo del Submarino. Trigueros, que dictó primero sus lecciones de fútbol en los dos filiales groguets, (del C al B) reparte estos 364 encuentros en 249 partidos de Liga, 29 de Copa del Rey, 48 de Liga Europa, 2 de Liga de Campeones y 36 encuentros en Segunda División. Su balance ha sido de 169 victorias, 95 empates y 100 derrotas, marcando un total de 25 goles y dando 31 asistencias.

En la clasificación histórica de jugadores con más partidos sigue siendo Bruno Soriano el futbolista que más veces ha defendido la camiseta del Villarreal con 425 partidos oficiales; seguido por Mario Gaspar con 395 partidos; y ahora ya ocupa esa tercera plaza Manu Trigueros, con 364, una cifra que le permite superar a un jugador como Senna, que con 363 partidos cerraba el podio de jugadores con más partidos oficiales de la historia en la élite del Submarino.

Trigueros bate registros con doble mérito, porque todavía está lejos de ser un futbolista en declive. Al contrario, probablemente los partidos más completos de su carrera los esté jugando ahora, desempeñando un rol versátil en los esquemas de Unai Emery. De hecho, su salto a la titularidad supuso una de las claves de la temporada. Trigueros empezó el curso lastrado en lo físico, y el Submarino lo notó. Hubo un antes y un después a la visita al Camp Nou, donde el Villarreal recibió una llamativa goleada en el primer tiempo. Emery le metió mano enseguida al equipo, que ganó cuajo inmediatamente con las modificaciones. Aquel día había salido contra el Barcelona con dos delanteros y dos extremos -Moi Gómez y Chukwueze-, situación que en el descanso corrigió añadiendo una pieza en el medio.

Esa pieza fue Manu Trigueros, idónea para el engranaje del equipo. Potenció a Parejo, que ganó el socio que necesitaba, y equilibró al resto. Emery insistió en la fórmula en la siguiente jornada, en la victoria al Alavés en La Cerámica, y pasó la prueba de fuego en el Wanda, con un competitivo empate a cero. El Villarreal encontró la idea. Desde entonces nadie ha movido del once ideal a Trigueros.

Pieza fija

En lo que va de temporada, el 14 de los amarillos acumula 40 encuentros entre Liga, Europa League y Copa del Rey, y tiene a tiro batir su registro histórico, que se eleva a 50 partidos disputados en la campaña 2014-15. Con contrato hasta junio de 2022, todavía atesora en sus botas el fútbol necesario para continuar batiendo récords en el Submarino.