Hay futbolistas que juegan y otros que compiten. Unos hacen jugadas y otros ayudan a ganar partidos. El Villarreal ha encontrado en Juan Marcos Foyth (La Plata, Argentina, 1998) uno de los segundos. Sigue pensando y sintiendo el fútbol como defensa central, pero ha sido su polivalencia la que le ha permitido acumular ya 25 partidos oficiales en su primera temporada en el fútbol español. Quizá no sea la última. A préstamo por el Tottenham inglés, el Submarino puede ejecutar a final de curso una opción de compra de 15 millones de euros. «El Villarreal es un club muy lindo, pero quedarme no depende de mí», despeja el internacional argentino.

¿Cuál es su primer recuerdo futbolístico? 

Jugar en el barrio con la pelota, en la Victoria, los momentos más felices de chico fueron en esa etapa. Mi padre también jugó a fútbol, pero a nivel aficionado en su pueblo. Recuerdo que yo, de chico, viendo la tele en casa, siempre decía que quería jugar ahí, en la tele. Ser futbolista fue un sueño desde chico y gracias a Dios mi padres me acompañaron y me ayudaron en todo el camino.

 Se forma en un club grande: Estudiantes de La Plata.

Entré en Estudiantes a los once años. Allí en Argentina es normal hacer scouting en clubs de barrio. Me vieron en el mío, fui a probar y me aceptaron. Estoy súper agradecido a Estudiantes porque es el club que me lo dio todo. El primer día recuerdo que estaba muy nervioso, no quería ni entrar a entrenar, pero mis padres me obligaron. En casa les volvía locos, ‘quiero jugar, quiero ser futbolista’, así que una vez allí prácticamente me obligaron para que no me echara atrás. A la semana o así de entrenar a prueba ya me dieron la ropa de Estudiantes, que era como la señal definitiva: ‘te quedas y empieza tu sueño’. De chico jugaba de número 10, de la mitad para arriba de la cancha, luego me bajaron de volante por la derecha, después de lateral derecho, y al final de defensa central. Cada vez más atrás.

"Donde más puedo aportar y crecer es de defensa central, pero agradezco sumar experiencias"

¿Era aficionado de Estudiantes desde niño?

Mucha gente de mi familia sí, aunque la verdad es que yo era hincha de Boca. Pero cuando llegué al club me enamoré de Estudiantes. Suena como un cliché, lo típico, pero es la verdad. Hoy en día soy hincha de Estudiantes. No lo cambio por nada.

 El paso por el primer equipo fue realmente fugaz.

Solo estuve unos meses en el primer equipo de Estudiantes. No me quería ir hasta debutar, y ese sueño lo cumplí. El fútbol argentino necesita vender y era una buena oportunidad para mí, para seguir creciendo, y para el club también.

Y con solo 19 años llega a Londres, a la Premier League, al Tottenham Hotspur... ¿Qué es lo que más le costó?

Lo del idioma, la cultura, fue lo que más me costó al principio. Una cosa es hablar inglés en Argentina y otra, con ingleses... Tardé unos meses en aprender y entenderles y comunicarme mejor. Por suerte en el Tottenham había varios españoles y argentinos, y el entrenador era Pochettino, y eso me ayudó un montón.

"El Villarreal es un club muy lindo que te trata como una familia, pero seguir no depende de mí"

 ¿Y a nivel futbolístico?

La Premier League es una de las mejores Ligas del mundo. La mayor diferencia es la velocidad, no de los jugadores, sino cómo corre la pelota. Influyen también las condiciones de la cancha. Si fallas un pase no le puedes echar la culpa a la cancha porque está perfecta. Riegan mucho, o llueve, y siempre está rápida. Además, cualquier delantero al que te enfrentes es muy potente y muy rápido. Es una Liga muy física, de transiciones, desgasta mucho, aquí en España se juega más el balón.

¿Más similar a Argentina?

En la liga argentina hay muy buenos jugadores, pero el problema en ocasiones es el estado del terreno de juego, o la propia idea de juego, que muchas veces se elige jugar por arriba. En España noto que la mayoría de equipos tratan de jugar casi siempre por abajo, de cuidar bien la pelota.

Y este verano, el Villarreal. ¿Tenía referencias?

Algo conocía, porque como fui de niño hincha de Boca, cuando Riquelme vino aquí al Villarreal lo seguíamos. Cuando estuvo él, además, el club tuvo uno de sus mejores momentos de la historia. Yo cuando llegué me encontré un club muy parecido a Estudiantes, y aquello es mi familia, mi casa, y al llegar aquí fue algo como ‘qué lindo volver a sentir eso’, un club que te trate como una familia.

 Ha jugado mucho, pero casi siempre de lateral o mediocentro y poco de defensa central. ¿Dónde se encuentra más cómodo?

Obviamente uno siempre quiere estar disponible para estar dentro de la cancha. Siempre que hablé con el míster me dijo que tiene claro que mi posición es la de defensor central. Y yo creo que mi posición, donde más puedo aportar, y donde más puedo crecer también es la de defensa central. Pero estoy agradecido por sumar experiencias en otras posiciones y ayudar al equipo. Además tengo unos compañeros espectaculares que me dan consejos para jugar en las nuevas posiciones.

Pero no debe ser fácil, porque además son puestos que exigen atributos bastante diferentes.

Las primeras veces no son sencillas. Recuerdo cuando tuve que jugar de mediocentro, que tengo una aplicación en el teléfono para ver jugadas, puse Iborra y empecé a ver que hacía Iborra en el campo. Me sorprendía la simpleza con la que jugaba y cómo resolvía problemas constantemente. Lo que el míster me pide ahí es equilibrio, apoyar a los centrales en defensa y apoyar a los centrocampistas, haciendo de eje. Tengo la fortuna de estar con jugadores de gran calidad. Se la pasas a Parejo, a Trigueros... y eso soluciona muchas cosas. No me sale como Ibo, porque tiene mucha experiencia, pero es bueno copiar algunos movimientos.

El equipo ha conseguido romper una dinámica muy peligrosa.

Es muy difícil no tener una racha así en una temporada. Nos dolió mucho el tiempo sin ganar en nuestro estadio, pero siempre estuvimos convencidos de que la idea de trabajo, en los entrenamientos y dentro de la cancha, era la correcta, por lo que los resultados iban a llegar. Estar en Europa también nos ayudó porque cada tres días teníamos una revancha, y para seguir en ritmo de competición. Después del parón queremos continuar de la mejor manera.

¿Cómo se rearmó el equipo? El míster hizo referencia a una reunión tras perder en València.

Puede ser que el momento de no poder seguir así, de hay que dar vuelta a la página, de cambiar el chip, quizá fue contra el Valencia, que perdemos un partido que no se debería haber escapado. Ese partido nos hizo dar cuenta de que podíamos dar un plus para revertir la situación. Hay formas y formas de perder, algunas duelen más. Si son mejores, pues lo aceptas, pero cuando uno ve que tiene la victoria cerca y se escapa duele más.

El Villarreal está en camino de su primera final europea, de un primer título. ¿Se nota la ilusión?

Uno se da cuenta de la ilusión que tiene todo Vila-real. Cuando salimos de la Ciudad Deportiva para jugar contra el Dinamo había bastantes hinchas. A nosotros nos ilusiona también, pero con calma, partido a partido, que es como se puede llegar lejos. Y en la Liga lo mismo. Partido a partido para cumplir objetivos. Trabajamos física y mentalmente para salir en cualquier partido siendo protagonistas y sumar los tres puntos.

Habló de los hinchas. ¿Cómo es el fútbol sin aficionados en la grada?

Cambió mucho. Ahora te das cuenta. Fuimos a jugar a Zamora en Copa, que había aficionados, y se nota de veras. Cuando estaban siempre no eras consciente, porque te acostumbras, pero la afición es una parte del fútbol importante, y cuando estás de local te ayuda un montón.

 ¿Qué jugador de la Liga le ha impactado más?

Gerard, mi compañero. Es increíble, es un gran jugador y un placer jugar con él y no tener que enfrentarlo los fines de semana. De los rivales no sabría decir. Hay uno del que no se habla y es muy fuerte, Lucas Boyé, del Elche. Tiene unas condiciones muy buenas y es muy difícil de marcar.

¿Le gustaría quedarse y arraigar en el Villarreal?

Es un club muy lindo, pero quedarme no depende de mí. Lo único que puedo hacer es dar todo dentro de la cancha para que al equipo le vaya bien. Yo, a estar lo más tranquilo posible para ayudar a cumplir al club los objetivos. Aquí el idioma me ha ayudado mucho a la hora de integrarme en el grupo, de conocer la ciudad, aunque poco por el virus... España es lugar increíble.

De Pochettino a Mourinho pasando por Emery, coleccionista de técnicos

«He tenido la fortuna de trabajar con entrenadores de talla mundial. Primero con Nelson Vivas en Estudiantes, que te daba muchas soluciones a la hora de jugar, aprendí un montón. Pochettino tiene un grupo de trabajo muy eficiente, perfeccioné muchas cosas. Con Mourinho estuve poco tiempo, pero fue un placer trabajar con él, por la magnitud que tiene. Con Unai nos estamos conociendo, pero el trabajo que hace y la carrera que tiene... No hace falta decir mucho más. Con todos, cada partido, no importa el rival, se estudia mucho, siempre con la misma seriedad y responsabilidad, que es algo que nos transmite a todos», indica Foyth.

Kaká, su ídolo

Preguntado por su ídolo infantil, el argentino Foyth sorprende con un brasileño. «Cuando era chico y jugaba de volante derecha, me gustaba mucho Kaká. Me encantaba cómo jugaba, fue el año que ganó el Balón de Oro. Era mi ídolo de chico. No cambiaba de selección en la Copa América, pero recuerdo que Boca jugó alguna final contra el Milán y era una locura, parecía fácil todo para él. Me lo puse de fondo de pantalla en la computadora... Luego crecí y jugué de central, me gustaba el fútbol europeo y me fijaba en grandes centrales como Piqué, Ramos o Hummels, los miraba mucho», explica.