El Carlos Belmonte no es un estadio más para David Cubillas. A sus 15 años, el 14 de mayo de 2006, él y su padre se subieron al coche rumbo a Albacete con la camiseta del CD Castellón. No podían fallar a una cita importante para el conjunto albinegro en busca de la permanencia en Segunda División A, en una experiencia que le marcó. Quince años después, Cubi volvió, pero esta vez, aquel niño que se dejó la voz animando desde la grada y que gritó como el que más cuando Zamora marcó el empate a uno definitivo, iba a ser protagonista siendo titular y luciendo el brazalete de capitán.

“Guardo recuerdos muy bonitos de aquel desplazamiento masivo de aficionados: había muchísima gente en las calles, cómo recibimos al equipo..., sin duda, fue muy especial. Quince años después, poder recordar aquel momento y vivirlo desde el césped… ¿quién me lo iba a decir? Esa misma ilusión que tenía cuando fue como aficionado, fue la que intenté transmitir a mis compañeros en el partido. Y la verdad es que para toda esa gente que estoy seguro que de poder hubiera ido y llenado la grada visitante, esperemos que pronto pueda volver a venir, para toda esa gente fue la victoria que tanta falta nos hacía”, recuerda Cubillas.

Te puede interesar:

Que sea el mismo desenlace

Aquella temporada, la 2005/2006, el Castellón logró la permanencia, un objetivo que se persigue también con fuerza este año, dando otro paso más con la victoria ante el Albacete que, en palabras del capitán albinegro, les hacía mucha falta, después de no conseguir una victoria fuera desde Ponferrada en la primera jornada de Liga, además, ante un rival directo como el Albacete. "Había que ganar fuera como fuera y el equipo compitió y se lo dejó todo en el campo, con más o menos acierto", destaca. "Ahora lo que importa es ir sumando puntos y las sensaciones son buenas, el equipo se deja la vida, el equipo compite juegue quien juegue y eso es lo que importa ahora mismo”, constata.