El Real Club Náutico de Castellón volvió este pasado domingo a su actividad de regatas tras las restricciones por la pandemia del coronavirus con la disputa de la primera de las dos etapas del vibrante Trofeo Magdalena de Cruceros.

Para evitar al máximo el contacto entre los participantes, las inscripciones fueron telemáticas y la reunión de patrones se realizó a través de la emisora de radio vhf de cada embarcación. Y es que el comité, tras valorar las condiciones meteorológicas, decidió realizar un recorrido costero hacia la localidad de Benicàssim partiendo desde la playa del Pinar frente al planetario de Castelló.

La salida de las 17 embarcaciones inscritas en la regata se dio a las 13.05 horas, con un viento de 6 nudos y una dirección del sur, lo que obligó al comité a fondear una baliza de desmarque. Los barcos más grandes pertenecientes al grupo A debieron de pasar por una boya fondeada a la altura del Eurosol para posteriormente navegar rumbo al Voramar y tras tomar esta baliza regresar frente al planetario, donde estaba la llegada, teniendo que completar un total de 11,3 millas náuticas. Por su parte, los barcos pertenecientes al grupo B y C fueron hasta el Eurosol y regresaron con total de 7,52 millas náuticas de recorrido.

Una victoria reñida

El primero en cruzar la línea de llegada fue el Oceánico de Jesús Martínez del grupo B, seguido por el DxtNáutico de José Luis Sugrañes que lo hacía en segundo lugar, mientras que tercero fue Maremoto, también del grupo B y de Juan Pablo Aracil. El primer barco del grupo A que llegó a meta fue el M8 de los hermanos Francés, que se impuso a Grupo Euroatomizado de Javier Maestre y a Tuvvik de Joaquín Ibáñez. 

Hoy se disputa la segunda y definitiva regata del Trofeo Magdalena de Cruceros, que decidirá al nuevo campeón de la prestigiosa prueba. Cabe recordar que para esta jornada se seguirá manteniendo el exhaustivo protocolo de seguridad para garantizar la salud de los participantes.