El Castellón está un paso más cerca de lograr la permanencia en la Liga SmartBank tras una semana perfecta que se saldó con dos victorias consecutivas en Albacete (0-1) y ante el Oviedo en Castalia (1-0). El equipo de Juan Carlos Garrido ha resucitado en los últimos meses con un guión perfectamente marcado: ser sólidos en defensa y aprovechar las ocasiones de las que dispone en el área contraria. 

En esa tesis del técnico valenciano, es fundamental dejar la portería a cero. A partir de ahí, cualquier atisbo de esperanza en ataque puede dar los tres puntos, como pasó en el Carlos Belmonte con la definición de Jorge Fernández en el segundo disparo a puerta del partido o como ocurrió en el último triunfo frente al Oviedo con cero chuts entre palos (el gol de la victoria fue un desvío de Arribas en su propia portería).

Pero si hay un hombre propio en la mejoría defensiva y clasificatoria del conjunto orellut en los últimos meses ese es Óscar Whalley. El aragonés protagonizó una de las actuaciones del año en tierras manchegas, sosteniendo al equipo con múltiples paradas e incluso deteniendo un penalti a Ortuño en el minuto 18 del choque que hubiera supuesto el 1-0. La actuación, que le valió para ser el mejor portero de la jornada 32 de Segunda División, tuvo continuidad ante el equipo ovetense con alguna intervención de mérito, sobre todo, en la primera parte. 

No en vano, Whalley logró ante los de Ziganda dejar su portería a cero por segunda jornada consecutiva y contribuir en gran medida a que el Castellón encadenase por primera vez en la temporada dos triunfos seguidos. 

Racha de imbatibilidad

Un registro como imbatido que se suma a los 41 minutos del encuentro frente al Espanyol, para alcanzar los 221 minutos sin encajar gol. Se trata de la segunda mejor racha defensiva del Castellón, puesto que hace dos meses y también desde la llegada de Garrido y Whalley como titular, el equipo albinegro llegó a estar 296 minutos con la portería a cero. Una marca que comenzó en el minuto 41 ante el Girona y se prolongó durante tres partidos más, hasta que el Sabadell batió al zaragozano con un penalti que transformó Héber. 

Curiosamente, durante ese periodo Whalley detuvo una pena máxima a Ale Díez, de Las Palmas, en el 4-0 en Castalia. Y es que el maño se ha erigido como un parapenaltis, con un 66,6% de acierto en esta suerte tras las exitosas detenciones ante el ariete canario y la de Ortuño del pasado miércoles en Albacete. Quedan nueve finales y el Castellón seguirá con el mismo plan, siendo eficaz arriba y confiando en Whalley atrás.