Fue uno de los fichajes más sonados del mercado de invierno de la Segunda División A. Su caché y su prestigio, de jugador mundialista (fue convocado en Brasil 2010 con Eslovenia) y de exInter de Milán, le convertían en un refuerzo de primer nivel para un CD Castellón que precisaba mejorar su plantilla para obtener la permanencia. Rene Krhin llegó sin rodaje, llevaba casi un año sin jugar, pero con el paso de los días está adquiriendo la forma y, la pasada jornada, ante el Oviedo, volvió a disputar 90 minutos, siendo uno de los referentes de la zaga orellut.

El polivalente esloveno, que puede ser central o mediocentro, se mostraba este viernes radiante de felicidad. «La verdad es que estoy muy contento, ya que tras más de un año he podido volver a jugar 90 minutos, un partido entero, y eso se me hizo muy extraño»

Psicológicamente duro

Para Krhin, lo peor ha sido el aspecto psicológico, estando un año sin jugar un partido entero: «No ha sido fácil para mí vivir esta situación. Estas semanas han sido complicadas, porque no tenía ritmo, ni de entrenamientos ni de competición, y evidentemente tu rendimiento no era el deseado ni el esperado por todos». Pero el zaguero elogia la predisposición en el club hacia él: «Todos los jugadores, el cuerpo técnico y el resto de la gente del club me han ayudado mucho a poder introducirme en la dinámica de grupo».

"Tuvimos una charla con en el entrenador en el que acordamos que cada entrenamiento y cada partido sean una final. La plantilla está unida y la implicación del grupo es máxima. Hasta los que no juegan están comprometidos"

Rene Krhin - Jugador del CD Castellón

Un Krhin que afirma estar en su salsa. «Me siento muy bien en este club, estoy como en mi propia casa. Y así es más fácil trabajar. Gracias a su apoyo estoy consiguiendo cada vez un rendimiento más óptimo y estoy cogiendo la forma», expuso, añadiendo que «ahora quiero seguir trabajando duro para contar con la confianza del entrenador y poder ganarme la titularidad», insistió.

La cumbre clave del vestuario

Uno de los aspectos que ha destapado el esloveno fue la reunión entre plantilla y cuerpo técnico para sacar la nave adelanta. «El grupo humano está muy unido. Cuando llegué las cosas estaban mal, pero tuvimos una charla con en el entrenador en la que todos acordamos y nos dijimos que cada entrenamiento y cada partido es como una final para nosotros. Creo sinceramente que esa unión en el vestuario nos ayudó y se está notando ahora con buenos resultados y ha provocado que hayamos salido del descenso», recalcó.

Es más, Krhin tiene claro que «todos vamos a una», destacando la actitud de los que juegan menos. «La plantilla está unida y la implicación del grupo es máxima. Hasta los que no juegan están comprometidos y ayudan, y pienso que eso es importantísimo en el fútbol. Ese es el camino que debemos seguir, porque la salvación pasa por estar unidos», dijo.

Y terminó insistiendo en que «esto se ve en los jugadores que entran durante los partidos lo da todo, están motivados y ponen lo máximo de su parte», finalizó.