Esto era la globalización. Si hay un equipo que aúne valores deportivos, pero también de integración multicultural, ese el Joventut Almassora. Este contexto no es algo nuevo: durante las últimas campañas, en la que el club ha experimentado en un crecimiento en el último lustro, ya ha contado con diversas jugadoras foráneas.

Dos de las jugadoras que forman en la plantilla del equipo de Víctor Jiménez son japonesas. Por un lado está Akari Otsuka, una centrocampista de 25 años que este curso consuma su segundo en Almassora, donde llegó procedente del San Gabriel de Barcelona. La centrocampista nipona también ha jugado en el Levante, después de destacar en su país, en la Universidad Daito Bunka. 

Por su parte, Kanae Fukumura, también de 25 años, defiende la portería albinegra desde el pasado verano, cuando llegó procedente del Oviedo, entidad que se hizo con sus servicios cuando competía en el Albirez Niigata de su país.

Mirando al Cono Sur

Por otro lado, el equipo también presenta en un plantel tres jugadoras con vinculación sudamericana, concretamente con Uruguay y Venezuela. Yannel Correa, pese a haber nacido en Murcia, es de ascendencia charrúa y, a sus 24 años, es una de las futbolistas más importantes del equipo en su posición de defensa. Correa ha militado en el Murcia, SPA Alicante, Elche o Albacete, una dilatada trayectoria pese a su corta edad que le ha valido la internacionalidad con la selección uruguaya. 

En cambio, Wanda Gómez, centrocampista de 22 años, nació en Venezuela pero pronto se instaló en Canarias, donde comenzó a practicar fútbol desde su niñez. A lo largo de su trayectoria ha defendido al Echedey y al filial del Granadilla Tenerife, entre otros. 

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También de Venezuela es la delantera Sarahi Arteaga, jugadora que jugó en la máxima categoría del fútbol venezolano con el Deportivo Guaira. Ahora, Sarahi marca goles de albinegro por tercera temporada consecutiva y es una de las jugadoras más resolutivas en labores ofensivas.

La última jugadora internacional en unirse a la causa del Joventut Almassora, en la lucha por la permanencia, ha sido Emmaculate Msipa, un futbolista internacional con Zimbabwe que disputó los Juego Olímpicos de Río de Janeiro con su selección en el año 2016 y que es una de las jugadoras más distinguidas de su país.