El CD Castellón doblegó al todopoderoso Mallorca (1-0) con hasta siete jugadores de la pasada temporada. Adrián Lapeña, Rafa Gálvez, Víctor García, Rubén Díez, Jorge Fernández, César Díaz y Juanto Ortuño, titulares el pasado sábado, ya formaron parte de la plantilla del ascenso. Juan Carlos Garrido, en un once aventurado y nada esperado, fió la responsabilidad de lograr una victoria frente a un recién descendido de Primera, con un presupuesto que casi cuadriplica al de los albinegros, a los de siempre.

Después de 17 fichajes (algunos se marcharon en enero), los 13 en el mercado de verano y los cuatro en el de invierno (si bien Jonatan Soriano llegó más allá de esta última ventana), Garrido apostó por un bloque con solo tres de los refuerzos de esta temporada: el guardameta Óscar Whalley, junto a los centrocampistas Arturo Molina (prestado por el Levante) y Yann Bodiger. El resto, viejos conocidos de la afición. Situación atípica la de Carlos Delgado, que jugó cedido en el Delhi Dynamos (Superliga de India), pero que volvió a la disciplina albinegra en el tramo final de la pasada campaña y aunque sin ficha, vivió en primerísima persona los preparativos de los play-off y el ascenso.

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Ojo a los cambios

Además, de los cinco cambios, David Cubillas, Joseba Muguruza y Carles Salvador también son supervivientes, con Iago Indias y Gus Ledes como fichajes en el regreso a Segunda A. Garrido contaba solo con las bajas de Josep Señé (eso sí, titularísimo con él) e Igor Zlatanovic, víctimas de la cláusula del miedo, al estar cedidos por el Mallorca (el catalán, además, debía cumplir sanción por tarjetas).