El Villarreal CF protagonizó en diciembre de 1998, en su primera visita liguera al Camp Nou, una de las sorpresas más llamativas del fútbol español de la década de los 90, al imponerse por 1-3. Inspiró hasta una película. Esos primeros duelos con los azulgrana, pese a las por entonces tremendas desigualdades, solían proporcionar placenteras alegrías a los groguets. Sin embargo, en los últimos años, acumula demasiados sinsabores. Casi tantos como los de Unai Emery cuando juega contra el Barcelona, con el que también tiene su particular espina clavada. De ahí que el Submarino, en una semana en la que el adjetivo súper ha estado tan en boca de todos, persiga una Supervictoria en el Estadio de la Cerámica (16.15 horas). Y del Arsenal, del primer asalto de las semifinales de la Europa League, ya habrá tiempo de hablar.

El Villarreal está ante una de esas semanas capaces de marcar un antes y un después. Primero, el Barcelona, con la intención de volver a recuperar la quinta posición y no ver comprometidas sus opciones volver a Europa por el camino de la Liga. Y en cuatro días, lo que todo el mundo ya sabe.

Europa League aparcada

Emery, al menos por sus declaraciones, no priorizará el partido del jueves. El Barcelona, que pelea por el título, no regateará ningún esfuerzo, porque sabe que si gana todo lo que le queda, será campeón. Sin Champions, y con la Copa del Rey de nuevo en sus vitrinas, Ronald Koeman no tiene que guardarse nada. El técnico del Submarino no sacará el mismo once esta tarde que cuatro días después frente al Arsenal, pero tampoco serán dos equipos que tengan poco que ver.

Afortunadamente, la enfermería, toda la temporada repleta, tiene a Vicente Iborra como único inquilino. A partir de ahí, Emery tiene multitud de recursos, variantes y combinaciones. Empezando por la portería, donde lo más probable es que siga Gero Rulli; hasta la delantera, donde Gerard Moreno aparece como el único seguro.

Menuda secuencia

El Villarreal suma ya 11 partidos sin ganar como local en Primera al Barcelona, con el doloroso último precedente (1-4). Su última victoria fue en la temporada 2007/2008: 3-1, con un tempranero tanto de Santi Cazorla y dos de Marcos Senna desde el punto de penalti. Fue la quinta victoria local en un periodo de seis visitas culés, las únicas que ha habido en la historia de este enfrentamiento, cuyo balance se completa con 10 triunfos visitantes y cinco empates. En esta serie de partidos, el Villarreal ha metido 30 goles y el Barcelona, 36.

Tampoco le van mucho mejor las cosas en el Camp Nou, donde suma una década de derrotas tras el empate en la 2009/2010 (como el 4-0 de la primera vuelta), con 7 tantos a favor y 33 encajados.

A Emery también le pica especialmente el Barcelona, después de haber sufrido importantes reveses deportivos, pero alentado por una victoria que recargaría a los suyos ante la oportunidad de hacer historia en la Europa League. Así que otra razón más para aparcar unas rotaciones masivas.

Messi y 10 más

El Barcelona, pese al borrón del clásico, depende de sí mismo para el doblete, quien sabe si la única forma de conseguir convencer a Leo. Al menos, por lo que ha podido verse en los dos partidos posteriores al del Real Madrid, el argentino está tirando hacia arriba de lo suyos.

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A tenor de la clasificación, este sería el encuentro más difícil que le queda al Barcelona fuera de casa, junto al trascendental partido en el Camp Nou contra el Atlético.

Ousmane Dembélé, junto al portero Neto, son las novedades en una convocatoria en la que siguen faltando, por lesión, Miralem Pjanic, Martin Braithwaite, Ansu Fati y Philippe Coutinho.