Era un partido clave en la pelea por la permanencia, pero la imagen que ofreció el CD Castellón ante la UD Logroñés distó mucho de lo que se esperaba. Centrarse en defender y esperar una ocasión aislada para marcar puede llegar a ser un planteamiento muy peligroso y, aunque esa combinación hasta la fecha le ha dado buenos resultados a Garrido, este domingo solo dos largueros salvaron al cuadro albinegro de un desastre estrepitoso ante el equipo riojano en Castalia. Un punto que sabe a bien poco en el camino hacia la salvación. O bastante a tenor de cómo se desarrolló la finalísima ante el Logroñés.

De inicio, nadie podía recriminarle a Garrido que no hubiera apostado por un once de corte ofensivo, con jugadores como Jorge Fernández, Marc Mateu, Rubén Díez y Juanto Ortuño arriba. El técnico valenciano dejaba claras cuáles eran sus intenciones, pero lo que no esperaba el preparador albinegro es que los suyos estuviera tan espesos como lo estuvieron en el primer tiempo. Pese a que los primeros minutos fueron de tanteo y no había un dominador claro, con las primeras aproximaciones repartidas en ambas áreas, los orelluts estaban muy estáticos y bastante imprecisos.

Primeras aproximaciones

Petcoff aprovechaba una contra de Paulino para intentarlo con un fuerte lanzamiento desde media distancia que se marchó desviado, mientras que la réplica llegaba, minutos después, a través de las botas de Rubén Díez en una jugada a balón parado que se fue lejos de la portería defendida por el meta Santamaría.

El planteamiento de los dos estaba siendo muy similar en el arranque, pero a medida que fueron transcurriendo los minutos, el Logroñés se fue haciendo con el control del esférico, aprovechando los errores de los locales, a los que se les veía algo precipitados, perdiendo muchos balones y cometiendo faltas innecesarias muy cerca de la meta de Whalley. Entre ellas, una mano de Gálvez en el minuto 21 que acabó en un córner y posterior despeje del portero del Castellón con los puños.

El cuadro de la capital de la Plana, fiel a lo que acostumbra desde la llegada de Garrido, se volcaba en labores defensivas y esperaba su oportunidad para hacer daño a su oponente. Pero, para ello, había que templar los nervios y asociarse bien, y lo cierto es que no estaba siendo la mejor tarde de los albinegros en ese sentido.

Solo una jugada de peligro

De hecho, la única ocasión peligrosa del primer tiempo para los locales llegó justo a la media hora de juego, cuando Juanto robó un balón cerca del área, se lo dejó a Jorge y este le dio un pase a Rubén para que el extremo maño solo tuviera que empujarlo al interior de la portería riojana. Sin embargo, y cosa rara en él, el chut de Rubén fue excesivamente fuerte y el futbolista del Castellón no logró dirigirlo, marchándose muy alto.

Seguía cumpliendo su particular guion el Castellón, ese que hasta la fecha le había dado buenos resultados en Castalia contra equipos como el Oviedo o el Mallorca, pero estaba concediendo demasiado al rival y jugar así empezaba a ser contraproducente. Tanto, que el Logroñés pudo marcharse al descanso en ventaja de no ser porque el lanzamiento de Álex Pérez en los últimos minutos golpeó el larguero. Antes, había habido hasta dos tiros de Paulino y varios avisos a balón parado.

El Castellón tenía que dar un paso al frente en el segundo tiempo porque ante un rival directo como el Logroñés no se podían dejar escapar los puntos de Castalia y el paso por vestuarios sirvió para que el equipo se reactivara. Un buen pase de Marc Mateu para Jorge y posterior lanzamiento de Ortuño fue la primera señal de que algo había cambiado. Luego llegó una contra del cuadro albinegro iniciada por Jorge, con pase de Rubén al delantero de Yecla, y este lanzó el balón fuera por poco.

Al equipo de Sergio Rodríguez, que vio el partido desde la grada al estar sancionado, le empezaba a pasar factura el desgaste físico del primer tiempo y los roles se intercambiaron, tomando el control el Castellón y llevando el partido donde quería. Eso sí, no estaban muertos los futbolistas rojiblancos y aún perdonaron el 0-1 en un fallo de Paulino que dio al palo derecho y otro larguero, el segundo, de Álex Pérez.

Eso sí, las sensaciones y el rendimiento que estaban ofreciendo los jugadores del Castellón distaba considerablemente del gris primer tiempo que habían protagonizado y hombres como Bodiger o Rubén se echaron el equipo a sus espaldas en busca de una victoria que no querían dejar escapar. Sin embargo, y pese a que Garrido salió con toda su artillería (Jonatan Soriano y Cubillas, incluidos), el triunfo no acabó llegando y se sumó un punto con sabor amargo. 

Ficha técnica:

0 - Castellón: Whalley; Lapeña (Muguruza, m.83), Víctor García, Delgado (Iago Indias, m.83), Gálvez; Bodiger, Señé (César Díaz, m.62); Jorge, Marc Mateu (Cubillas, m.73), Rubén Díez y Ortuño (Soriano, m.73).

O - Logroñés: Santamaría; Medina, Iago López (Gobusz, m.72), Álex Pérez, Bobadilla; Andy, Petcoff, Paulino (Ander Vitoria, m.87), Iñaki; Nano Mesa y Pacheco (Gorka, m.87).

Árbitro: Gálvez Rascón (comité madrileño). Mostró cartulina amarilla a Jorge Fernández por el Castellón y a Bogusz por el Logroñés.

Incidencias: partido jugado a puerta cerrada en Castalia.