Unos 200 aficionados invadieron este domingo el estadio de Old Trafford como protesta contra la familia Glazer, los dueños del Manchester United. 

El incidente se ha producido apenas unas horas antes del encuentro entre el United y el Liverpool, en el que si los diablos rojos perdían el Manchester City se proclamaba matemáticamente campeón de la Premier League. Pero el nivel de las protestas ha sido tan elevado que el partido ha acabado por posponerse.

Los aficionados lograron entrar en el estadio del United allá las 13.00, más de dos horas antes del inicio del partido, y lanzaron bengalas contra el palco.

'Glazer out'

Es la segunda protesta de este estilo en contra de los Glazer, después de que hace unos días, con motivo del anuncio de la Superliga, se personaran en el campo de entrenamiento y el técnico Ole Gunnar Solskjaer tuviera que disuadirlos para que abandonaran las instalaciones. 

Los aficionados fueron expulsados del estadio al cabo de un rato pero en las afueras del estadio los seguidores seguían agolpándose reclamando la dimisión de los Glazer, de ahí que el partido se dijera que empezaría con retraso y haya acabado por suspenderse. Los autobuses de los dos equipos no pudieron llegar a la hora.

"Tras hablar con la policía, la Premier League, el ayuntamiento de Mánchester y los clubes, el partido contra el Liverpool se ha pospuesto debido a las preocupaciones por la seguridad después de las protestas de hoy", dijo el United en un comunicado.