La histórica UD Vall de Uxó ha logrado hasta la fecha cuatro ascensos desde su fundación, en 1975, para recoger el testigo del mítico CD Segarra y su filial, el CD Piel. De esos éxitos el más sonado aconteció en 1979, cuando el equipo vallero escribió las páginas más gloriosas de su historia al ascender a Segunda B como campeón de grupo. Un año antes, en 1978, la UDE logró subir a Tercera División tras proclamarse campeona de grupo y superar al Novelda en Alzira en un duelo clave.

La euforia se desató en cada rincón de la Vall d’Uixó. La pasión por el fútbol era un hecho y el club todavía estimuló más si cabe ese enfervorizado estado de ánimo cuajando una brillante campaña en su debut en Tercera. Fue tan brillante que firmó un histórico ascenso, segundo consecutivo, en esta ocasión a Segunda B, todo tras vencer en Andorra el 3 de junio de 1979. Para el recuerdo de aquel curso también queda el sonoro triunfo (0-1 en el campo del Hércules, por entonces en Primera División) en la Copa con un gol de Juan Carlos Fabregat.

La UDE recogía el testigo provincial del Vinaròs, primer equipo provincial en competir en Segunda B, categoría en la que se mantuvo durante tres memorables campañas. En la primera de ellas los valleros lograron salvar la categoría de forma holgada y terminaron clasificándose en una cómoda undécima posición. El equipo de Roberto Ortíz, formado por Alemany, Babiloni, Corrales, Ramón, Sancho, Ramón Planelles, Tena, Vicente Cataluña, entre otros, logró derrotar al Barcelona Atlético, Ontinyent, Linares, Ceuta, Sant Andreu, Girona, Xerez, Lleida, Terrassa, Jaén o Sevilla Atlético. 

En la segunda incursión del Vall de Uxó en Segunda B, el equipo también se salvó del descenso y lo hizo gracias a la aportación de Torres, junto a la base ya formada de años anteriores. Pero en especial destacaron algunos de los fichajes como el paraguayo Adalberto, el exalbinegro Tonín o el mítico Juan Carlos Fabregat, que regresó al club tras una temporada en el Valencia y fue el máximo goleador del equipo con 12 tantos. Algeciras, Portuense, Nàstic, Andorra, Mérida, Calvo Sotelo, Lleida, Eldense, Cartagena, Ibiza o Badajoz todavía recuerdan cómo se las gastaban en la Vall d’Uixó. 

Misión cumplida 

El conjunto valldeuxense quedó decimosexto, aunque bien es cierto que con la permanencia matemática conseguida el equipo encadenó una serie de derrotas intrascendentes que provocaron terminar en una posición más retrasada de lo esperado. Sin embargo, en esa campaña comenzaron a aflorar problemas económicos. Y es que mantenerse en Segunda B no era asequible, y no solo en el plano deportivo, las cuentas comenzaban a verse afectadas. 

Esta situación financiera provocó una disminución del nivel del equipo en la campaña 1981/82 que terminó conllevando el fatídico descenso, un descenso que se consumó en la antepenúltima jornada con una derrota por 5-1 en Jerez. El San Fernando fue el último adversario que visitó el Mangriñán en Segunda B, mientras que el último desplazamiento fue a Las Palmas para enfrentarse al filial canario (ambos se saldaron con derrotas). Ni José Manuel Pesudo ni Álvaro Pérez pudieron reconducir una temporada de un equipo que se mantuvo en descenso en la mayor parte del curso y en la que solo se ganó seis partidos, frente al Terrassa, Nàstic, Las Palmas B, Jaén, Antequerano y Reus. 

El ocaso

Tres años después del descenso a Tercera, la UDE firmó otro a Preferente. La etapa gloriosa del club había terminado definitivamente, si bien es cierto, el equipo regresó a Tercera en 1987, continuando cinco temporadas en la categoría, y en 1994, con ocho cursos ininterrumpidos en la élite del fútbol autonómico. Esta dinámica se rompió en 2002, con un descenso dramático que, desde entonces, le ha apartado de toda categoría nacional. El Vall de Uxó a día de hoy es el decano de la Regional Preferente, con 19 temporadas consecutivas en la categoría, en la que ha disputado dos promociones de ascenso fallidas. Actualmente es el líder y quiere recuperar el terreno perdido.