Si el Villarreal obtiene esta noche el billete para la final de Gdansk, todos los ojos del vestuario amarillo buscarán a su presidente. Existe un sentimiento entre los jugadores de regalarle a Fernando Roig la alegría de poder ver a su Villarreal a las puertas de un título importante como la Europa League. La concentración en el vestuario es máxima y es algo que se palpa en las caras y en los ojos de todos los que están dentro de la burbuja del hotel de la expedición grogueta. Emery tocó la fibra de sus jugadores en la charla de más de una hora que les dio en la Ciudad Deportiva de Miralcamp ayer en la última sesión de trabajo del equipo. El técnico de Hondarribia domina como pocos, posiblemente sea una de sus grandes virtudes, la habilidad de la motivación a su equipo. Y como si fuera un ritual viene siguiendo el mismo método que ha venido poniendo en marcha en sus cuatro caminos hacia la final de sus etapas en Arsenal y Sevilla.

El mensaje ha calado hondo en el vestuario donde existe una conjura interna para pelear por ofrecerle a Fernando Roig el billete de ida hacia Gdansk, el orgullo de que el Submarino logre un hito histórico. Ese anhelo por ofrecerle al presidente esa satisfacción es uno de los retos con los que afronta la plantilla el partido de esta noche.

El Villarreal es un proyecto de autor con la firma de Fernando Roig. La admiración, cariño y respeto que le tienen sus jugadores y entrenador serán esta noche un plus emocional para el vestuario. "El presi se lo merece", es la arenga que todos los jugadores tienen en mente. Una final para Roig. "Es nuestro momento". Endavant Villarreal!