El CD Castellón se cae. Ya no depende de sí mismo para salvarse. La derrota frente a la Ponferradina (0-2), que ya no se jugaba nada, le deja a expensas de lo que hagan los rivales directos. Desafortunado regreso del público a Castalia de un equipo penalizado por lo de siempre, por sus graves errores defensivos y por su terrible falta de gol.

Claro que se nota jugar con público, aunque sea con un aforo reducido a menos de un cuarto de entrada. Pero no lo es todo, por desgracia. El Castellón, con el mismo once de Cartagena, salió con un punto de fogosidad desconocida en los últimos encuentros. Noventa segundo tardó en merodear el gol, con el remate de Rubén Díez. Castalia recobraba los sonidos habituales, jaleando ese esprint de Rafa Gálvez para cortar el avance de Iván Rodríguez, la excelente acción de Jorge Fernández..., pero también para acordarse de la madre del árbitro o del portero visitante por perder tiempo, para llamar barraquero a Juan Carlos Garrido, para levantar al equipo cuando los bercianos apagaron la efervescencia inicial de los orelluts.

El partido transcurría de forma prometedora, aunque llegaba con pocos efectivos al área rival, donde Juanto Ortuño se afanaba en el remate. Sin embargo, la Deportiva fue ganando metro a metro y la segunda mitad de ese primer periodo ya tuvo otro cariz.

Aparece Whalley

Juergen Elitim sacó lustre a los guantes de Óscar Whalley. Con la tranquilidad de haber hecho los deberes a tiempo, la Ponferradina puso la templanza en un encuentro en el que los locales querían hacer muchas cosas y muy rápidas. Pisaba con frecuencia el área berciana, pero sin ese remate nítido, sin esa ocasión clara con mayúsculas. Así que Iago Indias lo probó desde lejísimos.

El intermedio estaba al caer cuando llegó el mazazo. Un balón mal despejado por Josep Señé, que poco antes había pifiado una volea en la otra área, a la zona en que cualquier sencillo manual del fútbol dice que no hay que enviar, acabó en el plácido remate de Óscar Sielva, un penalti en movimiento que puso el peor de los epílogos a la primera mitad del encuentro y encaminaba la segunda a una misión, si no imposible, sí complicadísima. Aunque, esta vez, el equipo no estaba solo.

Garrido consideró que no había que cambiar nada por el momento. El plan A seguía en pie. No había sido un mal Castellón, pero el marcador mandaba.

Si fallas lo que falló Juanto Ortuño en el 51’, a boca de gol, entonces no hay 2.640 espectadores que te apoyen. Ante esas ocasiones, poco queda por hacer. Bueno, reclamar penalti cada vez que el balón está en el área de la Ponfe, ya sea por mano, derribo... Ni Trujillo ni el VAR picaron.

Solo quedaba invocar al espíritu de David Cubillas, relevo de un Jorge Fernández lesionado en una de esas caídas en el área rival.

Cubillas, al poste

A media hora del final, Garrido acabó de sacudir al equipo, con Carles Salvador y Marc Mateu en los carriles, más César Díaz y un equipo que seguía empecinado en pedir un penalti tras otro casi como único plan. El manchego tuvo el 1-1, pero el capitán fue quien más se acercó: primero remate al palo y luego, solo, a las manos de Manu García. Entre medias, Carles Salvador y Whalley salvaron el 0-2, con el partido roto en mil pedazos. En esa situación, era lo que más le convenía al Castellón. Pese al riesgo.

Los últimos minutos reflejaron la impotencia de un equipo sin remate. Mejor, dicho, sin puntería. El fútbol profesional no perdona el error del 0-1, pero también la falta de un definidor, con Jonatan Soriano, el delantero más acreditado, ni siquiera calentaba.

Castalia se apagaba. Los últimos estertores del encuentro, con la permanencia escurriéndose. El 0-2, de Valcarce, hizo inútil incluso el elevado descuento, con los espectadores condenados, por el protocolo, condenados a permanecer en sus asientos.

Ficha técnica

Castellón: Whalley; Lapeña, Iago Indias, Gálvez, Víctor García; Arturo, Señé, Bodiger, Jorge Fernández; Rubén Díez; y Juanto Ortuño. 

Entrenador: Juan Carlos Garrido. 

Cambios: Cubillas por Jorge Fernández (m. 55), Marc Mateu por Víctor García (m. 62), Carles Salvador por Iago Indias (m. 62), César Díaz por Arturo (m. 62).

Ponferradina: Manu García; Iván Rodríguez, Pascanu, Yac, Ríos Reina; Erik Morán; Curro Sánchez, Sielva, Elitim, Valcarce; y Yuri.

Entrenador: Jon Pérez, Bolo.

Cambios: Saúl Crespo por Elitim (m. 57), Kaxe por Yuri (m. 65), Doncel por Curro Sánchez (m. 65), Moi Delgado por Ríos Reina (m. 75) y Aguza por Sielva (m. 75).

Goles: 0-1. Min. 44: Sielva, tras un balón muerto en el área tras el despeje de Señé. 0-2. Min. 89: Valcarce, en acción individual.

Árbitro: Trujillo Suárez (tinerfeño). Estuvo mal (4). Tarjetas: Bodiger y Gálvez (Castellón).

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Estadio: Castalia. Espectadores: 2.640 (según las directrices de LaLiga).

Incidencias: Primer partido con público en el fútbol profesional tras el estallido del covid-19.