El Manchester United, apodado los Red Devils (Diablos Rojos), rival en la final de la Europa League en Gdansk del Villarreal --apoyado por su afición, entre ellos el alcalde de la localidad, José Benlloch--, es uno de los tres clubs más importantes del mundo, junto con Real Madrid y Barcelona. Ha ganado todos los títulos posibles, con 20 Ligas de Inglaterra, 12 FA Cup, 5 Copas de la Liga, 21 Supercopas de Inglaterra, en su país, y 8 títulos internacionales, con 3 Champions, 1 Europa League, 1 Recopa, 1 Supercopa de Europa, 1 Mundial de Clubs y 1 Copa Intercontinental. 

El United es el equipo más laureado de Inglaterra, pero llevar ocho años sin ganar la Premier League. ¡Extrapólenlo a Real Madrid o Barça! Encima, en los últimos años termina disputando la Europa League, que solo les sirve si al final gana el título. De hecho, la última vez que el Manchester ha ganado algo fue la Europa League 2016/17. Además, tampoco está levantando apenas copas domésticas. La última, la Copa de la Liga de la 2016/17.

El listón de Ferguson

Es la dura herencia, el elevado listó que dejó su técnico leyenda: Sir Alex Ferguson. Desde que el exentrenador escocés se marchara, en 2013, el equipo nunca ha alcanzado aquellas cotas de éxito. No ha ayudado tampoco la revitalización del Liverpool o el surgimiento del Manchester City, pero lo cierto es que la gestión del equipo no ha sido la adecuada, como han mostrado las numerosas protestas acaecidas tras la unión y posterior disolución de la Superliga europea.

Mejores decisiones

El United es un club que fue muy grande y que trata de volver a serlo. Ha acometido grandes fichajes en los últimos años, algunos muy exitosos, como el de Bruno Fernandes, Paul Pogba y Harry Maguire, y otros que se podrían tachar de fracasos, como, por ahora, el de Donny Van de Beek. La entidad sigue gastando, pero lo empieza a hacer con cabeza, como demuestra la incorporación de Cavani este año o la inversión de jóvenes como Wan-Bissaka, Daniel James o Amad Diallo o fomentando su producto de casa como Rashford, Greenwood, McTominay o Tuanzebe.

La apuesta por Solskjaer

Un club que apostó por sorpresa para el banquillo por un exjugador de nivel como el noruego Ole Gunnar Solskjaer, tras habérsela pegado con técnicos del prestigio de David Moyes, Louis Van Gaal y Jose Mourinho. De hecho, Solskjaer que se ha tambaleado en muchos momentos y al que han salvado momentos puntuales como las victorias en París en Champions, está en su mejor momento.

Un 4-2-3-1 con matices

El escandinavo ha encontrado un camino para dirigir a sus jugadores. Con el español y discutido De Gea en portería (ha llegado a perder la titularidad en fases de la temporada en detrimento de Henderson), su dibujo pasa por una defensa de cuatro, con dos laterales ingleses, como Aaron Wan-Bissaka y Luke Shaw (votado esta temporada jugador favorito de la afición), y un central como Harry Maguire (que será baja contra el Villarreal y su puesto lo podría ocupar el examarillo Bailly o el joven Tuanzebe) y Victor Lindelof, asentado tras años de vaivenes.

Nivel, fuerza y calidad se juntan en un doble pivote variable, donde Solskjaer utiliza un amplio registro de jugadores. Pueden ser McTominay y Fred, aunque puede bajar a esa posición también Pogba, que suele actuar por delante, e incluso podría entrar Van de Beek, aunque el holandés está poco más que denostado. El centro del campo lo completa, por delante uno de los mejores jugadores del planeta: Bruno Fernandes. Un 10 que ha logrado 28 goles y 17 asistencias en 57 partidos.

Arriba, en el tridente de esta especie de 4-2-3-1, lo completan Marcus Rashford por una banda, Pogba, Daniel James o Mason Greenwood por la otra, y arriba Edinson Cavani. Con diez tantos en Premier League y cinco en Europa, el uruguayo ha olvidado los problemas extradeportivos de inicio de año. Su figura fue determinante en semifinales y su experiencia, con 34 años, será clave para que el United pueda revalidar un título que ya logró en 2017.