Roberto Bautista se hundió en la segunda ronda de París, donde sucumbió ante el suizo Henri Laaksonen, 150 del mundo y procedente de la fase previa, 6-3, 2-6, 6-3 y 6-2 en 2 horas y 21 minutos.

De esta forma, el castellonense de 33 años y undécimo cabeza de serie, igualó su peor participación en el Grand Slam de tierra batida, donde hacía seis años que no caía tan pronto y donde en dos ocasiones, 2016 y 2018, alcanzó los octavos de final.

Nunca antes en un Grand Slam Bautista había sido derrotado por un jugador procedente de la fase previa y nunca había perdido contra un tenista con tan mal ránking como Laaksonen, 150 del mundo. Su verdugo con peor clasificación hasta el momento había sido el brasileño Ricardo Mello en primera ronda del Abierto de Australia de 2012, cuando era 108 del mundo.

Es la tercera vez en nueve participaciones que Bautista no supera más de dos rondas en París y lo hace en un año en el que había jugado la final de Montpellier y Doha y las semifinales del Masters 1.000 de Miami.

Disgustado

"El tenis es difícil, es tremendamente complicado. He jugado contra un rival muy acertado, muy agresivo, que ha conseguido muchos puntos ganadores. Me voy jodido porque no he sabido cambiar la dinámica del partido, he dejado que dependiera demasiado de mi rival, que ha estado muy acertado", analizó.

"Estoy disgustado, triste, pero es lo que hay. Hay que aceptar la situación, no es el partido que me hubiese gustado perder. Me voy con unas sensaciones que no son las que tenía estos últimos meses", dijo.

Bautista aseguró que las condiciones de la pista favorecieron al rival, que logró más de 50 golpes ganadores. "Las condiciones son muy rápidas, más que muchas pistas rápidas. Me ha sorprendido. Él ha estado muy acertado, ha jugado a un grandísimo nivel", afirmó.

Laaksonen, que nunca había llegado tan lejos en un Grand Slam, se medirá por un puesto en octavos de final contra el ganador del duelo entre el ruso Karen Kachanov y el japonés Kei Nishikori.