Luis Enrique Martínez, seleccionador español, aseguró este viernes, después del 0-0 contra Portugal, que le "molesta" que silben a sus futbolistas, al tiempo que consideró que la última jugada de Álvaro Morata, cuyo remate acabó en el larguero, es "para levantarse y ponerse a aplaudir".

"Yo no he visto que me hayan silbado. Ni me va ni me viene. No me afecta en nada. No juego, no toco el balón en todo el partido y no voy a cometer ningún error. Sí me molesta que se haga esto con mis jugadores, pero también entiendo que cada uno es muy libre de hacer lo que quiera. A mí me da igual que me silben", valoró el técnico.

"Les deseo un buen fin de semana (a los que le han silbado cuando sonó su nombre por la megafonía) y que lo pasen muy bien. Yo estoy encantado. La gente me elogia, me lanza hasta besos, me encuentro súper querido allá donde voy. En Madrid estoy encantado. Cuando en un estadio alguien diga la alineación... A mí hasta me pone a tono".

"La última acción del partido en la que Morata después de haberse matado presionando, ayudando en cantidad de juego, siendo un incordio constante para los jugadores portugueses, haciendo un trabajo increíble en el minuto 90, es capaz de hacer una acción a 40 metros, a máxima velocidad, engañar al portero y da en el larguero, es para levantarse, ponerse a aplaudir y dejarse los muñones allí, pero evidentemente yo debo ser el que menos sé de fútbol", remarcó.

"Lo he visto bien de moral", dijo después sobre el atacante, al que vio al término del encuentro, después de los cánticos en contra suya de un reducido sector del público, al tiempo que enfatizó que si se marcan "seis goles nadie pregunta porque ha habido goles".

"Y cuando no marcas... Al final, mi trabajo es el generar confianza, que los jugadores den su mejor versión y que el equipo tenga una identidad, genere ocasiones de gol. No me enfado cuando mis jugadores fallan ocasiones de gol. Los primeros y los más interesados son ellos en marcar goles. Jamás le voy a reprochar a mis jugadores que no materialicen las ocasiones", explicó.

"Lo que más me ha gustado ha sido la actitud de la selección, las cosas que hemos trabajado. En los primeros 60 minutos anulamos a la actual campeona de Europa. Hemos estado a un nivel de presión muy altísimo. Es cierto que en el inicio de la primera parte nos ha faltado más tranquilidad. En general, estoy satisfecho de todo el partido. Y lo que menos me ha gustado ha sido el resultado. Sin tener muchas ocasiones claras, hemos hecho las suficientes aproximaciones como para poder ganar el partido", añadió.

También reivindicó que su selección no ha perdido en sus duelos contra las grandes selecciones. "Dos partidos contra Alemania, dos contra Países Bajos, dos con Portugal y España no ha perdido ninguno de esos partidos y ha dado la cara. Por supuesto, cada uno puede decidir si es optimista o no. Yo lo soy, porque además es mi trabajo, afrontaremos el partido de Lituania intentando mejorar porque siempre hay cosas que mejorar", apuntó.

A Unai Simón lo vio "bien", con "algún error". "A mí lo que más me gusta es su personalidad, que un posible fallo no le va a condicionar de cara a seguir jugando. Nosotros dependemos del portero para generar superioridad. Es lo que les exijo a los porteros y en eso estoy contento".