Pablo Herrera hará historia. El jugador de voley playa del Grau de Castelló se convertirá en el primer deportista de la Comunitat Valenciana en participar por quinta vez en su carrera en unos Juegos Olímpicos. El grauero, junto a su compañero en la arena, Adrián Gavira, sellaban el pasado sábado en Ostrava (República Checa) su clasificación para Tokio 2020. La novena posición en la última prueba clasificatoria para el torneo estival les servía para, por ránking, asegurarse su presencia en la gran cita olímpica.

Herrera, que el próximo 29 de junio cumplirá 39 años, hace historia en el deporte provincial y autonómico y también en el voley playa mundial. Solo el brasileño Enmanuel Rego, el más laureado de la historia, ha estado presente también en cinco JJOO.

El único de la 'terreta'

El provincial, con su presencia en Tokio, superará en el ránking de deportistas autonómicos con más Juegos Olímpicos al regatista Iván Pastor, la yudoka Isabel Fernández, la atleta Concha Montaner y la tenista Anabel Medina, todos ellos con cuatro Juegos en su palmarés. 

Solo Pablo Herrera e Iván Pastor aspiraban a completar en Tokio su quinto ciclo olímpico, algo que el regatista de Santa Pola no podrá hacer finalmente. Por tanto, únicamente el grauero podrá cumplir su sueño de ser olímpico por quinta vez en su carrera.

Su histórica medalla

El jugador de Castelló debutaba en Atenas 2004 con 22 años y lo hacía por todo lo alto, conquistando una histórica medalla de plata junto a Javier Bosma. En aquella final, Herrera se medía precisamente a Enmanuel Rego con el que compartirá ahora el honor de ser los únicos jugadores del mundo con cinco Juegos. Rego y Alex Santos superaban a la pareja española en la gran final de Atenas, pero, pese a caer, Herrera hizo historia. 

Desde entonces no ha faltado a ninguna cita olímpica, completando hasta cinco ciclos: en Pekín 2008 participó con Raúl Mesa y en Londres 2012 y Río 2016 con Adrián Gavira, con el que volverá a la arena este verano en el Parque Shiokaze de Tokio. Tras conquistar la plata en Atenas, en Pekín, Londres y Río, Herrera ha caído en las tres ocasiones en octavos de final, ronda que aspira a superar.

Los inicios de Herrera no fueron en la arena, sino en el agua, ya que practicaba natación. Pero unas jornadas deportivas organizadas por su colegio, el Armelles de Castelló, cambiaron su rumbo y su vida. Su profesor de gimnasia, Jesús Vargas, le animó a practicar voleibol, deporte en el que no tardó en despuntar, tanto que el L’Illa-Grau le propuso jugar. De ahí pasó al Elche, equipo con el que estaba disputando la Superliga cuando en diciembre del 2002 recibió una llamada. Era Javier Bosma, olímpico en Atlanta 96 y Sidney 2000, que proponía ser su pareja de juego cara a los Juegos de Atenas 2004. Pablo no se lo pensó. Aparcó el voleibol de pista y pabellón y se cambió a la arena.

Desde entonces han pasado 19 años y una deslumbrante carrera. Además de clasificarse para cinco JJOO, Herrera fue elegido mejor jugador europeo en 2004 y 2005, y dos veces campeón de Europa: en Moscú 2005, junto a Raúl Mesa, y Austria 2013, con Adrián Gavira, su pareja de juego desde 2009.