La nadadora paralímpica Ariadna Edo (Castelló, 1 de julio de 1998) afronta sus segundos Juegos con apenas 23 años. Tras su debut en Río 2016, con bronce incluido, la castellonense se ha desplazado hasta el continente asiático para representar de nuevo a España a partir de este miércoles. Lo hará en seis modalidades diferentes: 100 metros mariposa, 100m espalda, 400m libres, 200m estilos, 100m braza y en el equipo mixto de relevos 4x100m mixto categoría de visuales 49 puntos. Entre ellas destaca la de los 400m libres, en la que consiguió la mínima olímpica en marzo de este año en la piscina de Castelló, en su casa. 

Ariadna vivirá su segunda cita olímpica de forma especial y siendo «otra persona, ahora más madura». Y en Tokio tratará de «disfrutar» de la competición aunque sin dejar de lado su parte más competitiva ya que buscará repetir la hazaña de colgarse una presea olímpica en el Centro Acuático. La castellonense destaca la madurez adquirida en este ciclo olímpico desde Río, donde compitió con la mayoría de edad recién cumplida y sin apenas experiencia en competiciones internacionales, ni siquiera en competiciones de natación adaptada. 

¿Cómo han sido tus entrenamientos de cara a esta cita? 

Es un camino largo, mis entrenamientos van variando durante el año en cuanto a metros, dependiendo en la época en la que estemos, pero un poco la rutina siempre es la misma, agua y gimnasio. En el agua sí que es verdad que a medida que se acerca la competición reducimos un poco el volumen de metros aunque no la intensidad, porque tenemos que seguir dando estímulos al cuerpo. Al reducir metros reducimos también el volumen de intensidad, pero no esta como tal. En el gimnasio también reducimos un poco las cargas, pero sigo haciendo sesiones de pesas antes de viajar, algo más light y ejercicios de autocarga. Cada vez los entrenamientos son más específicos, de más calidad y afinando un poco más para acercarnos a los tiempos que queremos competir. 

Al acercarse los Juegos, entonces los entrenamientos cambian respecto a los del resto del año.

Sí, cambian porque vamos disminuyendo los volúmenes y de esta forma también las cargas, pero realmente el patrón de entrenamiento es parecido. Sí que es cierto que durante el año a lo mejor doblo menos días a la semana, pero cuando estamos concentrados sí que es verdad que el número de sesiones aumenta, ya que en la concentración tenemos la oportunidad de entrenar más fácil de mañana y tarde. Pero digamos que lo que son los entrenamientos son muy parecidos, no hacemos nada que no hagamos durante el resto del año.

¿Después de conseguir la mínima olímpica, ¿te relajas o te exiges más aún?

Conseguir la mínima no significa que haya terminado la temporada ni muchísimo menos, al final haberla conseguido es el pasaporte a unos Juegos y obviamente quiero hacer mi mejor papel, por lo menos de la temporada. Entonces tengo que entrenar cada vez más y mejor para ello.

¿Cómo afrontas estos segundos Juegos Paralímpicos?

Con una ilusión que no te puedes imaginar, es diferente a como afronté los primeros, porque en Río iba sin saber a lo que iba. Al final, era más niña, no tenía experiencia ni en el mundo de la adaptada ni mucho menos en el mundo de competir a nivel internacional, entonces en estos cinco últimos años, desde Río, me ha dado tiempo a competir más a nivel internacional, en Mundiales, Europeos, a conocer a mis rivales... Al final el ranking es muy diferente a como estaba en Río. Lo que sí que noto es que comparo mucho o me vienen muchos recuerdos de entonces. No hay día que no haya agradecido lo afortunada que soy por tener la oportunidad de poder estar en mis segundos Juegos a mi edad. Me considero muy afortunada y tengo que aprovecharlo, por lo menos disfrutarlos y aprovechar la oportunidad que estoy teniendo actualmente.

¿Crees que estás mejor preparada que en los de Río?

Tengo que tener muy en cuenta que no puedo estar comparándome en cómo era en Río porque al final era otra, ni mejor ni peor, he crecido mucho en muchos aspectos. Ahora llevo una vida totalmente diferente a la de Río. Sé que voy muy preparada en cuanto a mis posibilidades ahora, en cuanto a las circunstancias han pasado muchas cosas personales y deportivas, no me quiero comparar con Río porque las circunstancias han cambiado mucho, pero sé que ahora mismo estoy preparada.

¿En qué has mejorado desde los pasados Juegos de Río? 

En la madurez. En mis primeros Juegos tenía 18 años, acababa de salir de casa, era mi primer año fuera de casa, dedicándome principalmente al deporte y lo que noto muchísimo es que llevo seis años fuera de casa, soy totalmente independiente, he crecido y yo al final lo que he notado es que he mejorado en cuanto a mi madurez. También en tener las cosas más claras, en la responsabilidad y en cómo he crecido.

¿Cómo piensas que ha afectado cancelar los Juegos del año pasado y pasarlos a este 2021? 

En general puede que haya afectado a la planificación vital de muchos deportistas. Creo que ha afectado mucho, pero todos somos conscientes de que el año pasado viendo cómo estaba el panorama era inviable poder seguir adelante con unos Juegos teniendo en cuenta que todo el mundo estuvo parado en algún momento. Eran unas condiciones fuera de lo normal y todos sabíamos que era muy difícil seguir adelante. Pienso que ha sido una decisión acertada. Personalmente, me ha venido muy bien, pues el año pasado pasé un momento un poco delicado y el haber pospuesto los Juegos un año más me ha dado ese margen para remontar un poco y llevar mejor la mala época del año pasado.

Los Juegos de París son solo dentro de tres años … ¿Cómo os afecta tener un año menos? 

No es que tengamos un año menos, porque este año también hemos estado entrenando, entonces no hemos dejado ningún año en blanco. Aunque sí que es cierto que por el covid paramos unos meses, pero al final el entrenamiento está ahí. Se nos va hacer incluso muy corto este ciclo hasta París, seguro que muchos deportistas lo aprovechan para alargar su carrera deportiva. Ni mejor ni peor, pero creo que son unos Juegos que están dentro de tres años, pero vamos a seguir la rutina de un ciclo olímpico, entrenamos en vista a cuatro años, pero creo que se puede planificar de sobra un ciclo de tres años en vez de cuatro, sin ningún problema.

¿Qué expectativas tienes de cara a tu segunda cita olímpica?

Disfrutar de la competición que es lo que más me cuesta en algunos momentos y es un aspecto que quiero cambiar. Disfrutar, luchar y conseguir mis mejores resultados, por lo menos de esta temporada.

¿Qué planes deportivos tienes después de Tokio?

Mi idea es, por supuesto, seguir nadando pero he de decir que, visto lo visto, las cosas pueden cambiar en poco tiempo. Al final no puedes hacer planes a largo plazo, porque puede pasar cualquier cosa. A corto plazo, voy a seguir con mi rutina y mis planes