Revés para el Castellón, que esperaba, con el anuncio de la desescalada de la Generalitat, que aumentase sensiblemente el aforo no solo para el fútbol profesional, sino también para el resto de categorías. El Consell mantiene el máximo de espectadores para un partido de Primera RFEF en 3.000 espectadores, con la opción, si es posible optimizar una sectorización (como sí es susceptible en Castalia), de incrementarlo hasta los 5.000. El club solo pudo sortear 3.500 entradas para el encuentro del pasado domingo ante el Sevilla Atlético.

El Castellón pensaba, para el próximo compromiso en casa contra el Atlético Sanluqueño (viernes 17, 21.00 horas), dentro del nuevo plazo de vigencia de las nuevas medidas, en un mayor aforo. Mientras los partidos de Primera y Segunda A de los equipos valencianos podrán ser presenciados, en vivo y en directo, por hasta un máximo del 60% de la capacidad de los estadios con un límite de 20.000 espectadores, hubo que esperar al Diari Oficial de la Generalitat valenciana (DOGV) para acabar con el limbo. «Con carácter general, el público asistente al acontecimiento en instalaciones deportivas abiertas no podrá superar el límite de 3.000 personas», recoge. «No obstante, en estas instalaciones, si fuere posible la sectorización, se establecerán divisiones del espacio de hasta un máximo de cinco sectores diferenciados de 1.000 personas asistentes en cada uno de ellos», matiza.

En estudio

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Mediterráneo contactó ayer con el Castellón para conocer la repercusión de unas medidas que, en realidad, afectan a todos los deportes menos el fútbol profesional, convertido en el único equipo provincial susceptible de llevar mucho más público a su estadio, como reflejan sus casi 13.000 socios. Jordi Bruixola, director general de la entidad, admitía que están «valorando» qué pasos pueden dar, porque esperaban «que ya pudiera entrar más gente», sobre todo teniendo en cuenta el agravio comparativo con LaLiga Santander y LaLiga SmartBank.

El Castellón, además, admite la complejidad del proceso para adjudicar las entradas, ya que debe hacer un sorteo ante notario y comunicar a los agraciados su asistencia con poca antelación, lo que dificulta que vayan los 3.500.