A veces, la tranquilidad con la que habla y el sigilo con el que actúa para pasar lo más desapercibido posible desaparecen y su figura pasa a un primer plano. No le gusta excesivamente a Pablo Herrera (Castelló, 29 de junio de 1982) llamar la atención, ni tener un protagonismo desorbitado. Todo lo contrario. Nunca la fama ni los éxitos se le han subido a la cabeza y eso que el jugador de voley playa castellonense es historia viva del deporte nacional e internacional.
De hecho, Pablo Herrera y su compañero en la arena en los últimos trece años, Adrián Gavira, se han propuesto seguir dando el callo por todo el mundo en el nuevo ciclo olímpico y que llevará al de Castelló --si todo va bien-- a convertirse en el primer jugador en la historia del voley playa en disputar seis Juegos Olímpicos.
"En 13 temporadas juntos nos ha tocado vivir momentos de todo tipo, pero cada uno de ellos nos ha merecido la pena porque nos ha unido cada día más. Para la mayoría, incluso nosotros mismos no lo descartábamos, el ciclo de Tokio 2020 parecía un punto y final para el equipo, un fin de ciclo que tarde o temprano ha de llegar. Pero después de sentarnos a hablar de nuestro futuro, nos gustaría comunicar oficialmente que el equipo Herrera-Gavira continuará otro ciclo olímpico más. Seguiremos peleando por conseguir objetivos, por estar en la mejor forma posible y, sobre todo, por cumplir un nuevo sueño: hacer que Pablo sea el único jugador en la historia del voley playa en disputar seis Juegos", explicó la dupla del castellonense y el sanroqueño.
Desde que se diera a conocer a nivel mundial tras la meritoria medalla de plata lograda en Atenas en el 2004, con 18 años recién cumplidos y junto al veterano Xavi Bosma, Pablo Herrera ha encadenado cuatro ciclos olímpicos más. Pekín en 2008, Londres en 2021, Río de Janeiro en 2016 y Tokio en 2021, tras el aplazamiento por la pandemia del coronavirus, han sido los países que han visto en acción al castellonense en competición olímpica --las tres últimas junto a Gavira-- y en el horizonte la dupla nacional ya vislumbra los de París en 2024. «Será un camino duro y un objetivo final muy difícil, pero que sentimos que podemos lograr», añaden.
Es, sin lugar a dudas, un reto ilusionante para los actuales campeones de España, quienes acumulan infinidad de medallas nacionales e internacionales (bronce continental en 2009 y 2018, y oro en 2013) y que en 2010 llegaron a colocarse como la segunda mejor pareja del mundo. Desde que juntaran sus caminos en 2009, Herrera-Gavira siempre han competido a un altísimo nivel. Siempre mostrando una gran profesionalidad y un carácter encomiable. Y siempre manteniéndose en la élite aunque en algunas fases los resultados no hayan acompañado y las fuerzas hayan flaqueado.
Una circunstancia que podría considerarse hasta normal si se tiene en cuenta el elevadísimo nivel con el que llegan las parejas que se van introduciendo en el circuito mundial año tras año y también a tenor del desgaste propio de la edad y de tantos años en la elite ya que, si todo va como está previsto, el castellonense llegará a París con 42 años y escribirá una nueva página en la historia del deporte internacional al convertirse en el único jugador del mundo de voley playa capaz de participar en seis Juegos Olímpicos de forma consecutiva. Leyenda del deporte y todo un referente para los niños y niñas que, como él, empezaron a competir y compiten en la cantera del CV L’Illa-Grau.
