El expresidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, se ha desvinculado este lunes ante la jueza de los perfiles y cuentas abiertas en redes sociales en las que supuestamente se difamaba al fundador y directivo de Mediapro Jaume Roures, según las fuentes jurídicas consultadas por EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio. El antecesor de Joan Laporta ha declarado como imputado en una causa abierta en paralelo con el Barçagate sobre presunta administración desleal del club azulgrana y que se inició a raíz de la querella presentada contra él por el productor audiovisual por presuntas injurias y calumnias. Roures figuraba en una lista negra de periodistas que fue hallada en los registros efectuados por los Mossos en marzo de este año.

En los 10 minutos que duró el interrogatorio, Bartomeu solo respondió a las preguntas de su abogado, Jose María Fuster Fabra, y de la jueza. En su comparecencia, el expresidente del Barça, que evitó a los medios de comunicación que le esperaban a su salida, explicó que solo se reunió en una ocasión con Carlos Ibáñez, el administrador del un grupo empresarial, entre las que se encuentra la firma I3 Venture, contratado por el Barcelona para hacer un seguimientos de las noticias y comentarios sobre la entidad azulgrana en las redes sociales.

Según su versión, en ese encuentro solo se encargó a este empresario esa labor de rastreo en las redes sociales y en ningún momento se comentó y ni se contrató la creación de perfiles en Twitter y Facebook para desprestigiar a oponentes a su junta directiva, entre ellos Roures, e, incluso, a futbolistas del club. El que fuera máximo responsable del Barça recalcó en el juzgado que no tuvo conocimiento de esos tuits supuestamente difamatorios.

Controlar noticias

Bartomeu precisó que su misión como presidente era de representación y que los correos electrónicos sobre determinados aspectos, como podría ser los resúmenes de la motorización de internet, le llegaban a su secretaria. Insistió que el trabajo de ese grupo empresarial (diferentes empresas del mismo facturaron, según los Mossos, por un mismo servicio) era controlar lo que se decía del Barça en las redes sociales.

Tras el expresidente del Barça compareció ante la jueza Jaume Masferrer, antigua mano derecha de Bartomeu. Únicamente respondió en su interrogatorio a las preguntas de la jueza y de su abogada, Olga Tubau. El exdirectivo de la entidad también negó su participación en los perfiles y cuentas de internet utilizados para desprestigiar a personalidades críticas con el club. De las de Twitter alegó que no sabía nada y la de Facebook usada para criticar a Roures explicó que no la encargó no dio instrucciones para ello, aunque admitió que tuvo conocimiento de su contenido. A su entender, era como una especie de "hemeroteca" sobre Roures. Insitió, eso sí, que él no indicó que tipo de noticias deberían incluirse en esa página de internet, que fue creada tres años antes de que el Barça contratara los servicios del grupo empresarial de Carlos Ibáñez.