Faltan tres grandes premios para que termine el Mundial de F1 y el ambiente es irrespirable entre Mercedes y Red Bull. El impresionante pulso que están dirimiendo Max Verstappen y Lewis Hamilton se ha visto salpicado por varios incidentes, dentro y fuera de la pista. La polémica con la FIA y el director de carrera Michael Masi alcanzó su punto álgido en Brasil. "Cuando las decisiones siempre van en tu contra y ves que te están perjudicando, es para enfadarse. La diplomacia ha terminado", advirtió el jefe de Mercedes, Toto Wolff, después de que Hamilton le hiciera saltar de su asiento en Sao Paulo con una victoria que fue más que eso. Un golpe sobre la mesa después de un fin de semana de sanciones y tensión, cuando muchos ya les daban por muertos en el campeonato.

No contentos con ganar, en Mercedes decidieron apelar la cuestionable maniobra de Verstappen en la vuelta 48, cuando el de Red Bull evitó un primer intento de adelantamiento de Hamilton y frenó tarde , forzando la salida de pista de ambos. En base a las nuevas imágenes de la cámara 'onboard' del coche de Max, los de Brackley se acogieron a su derecho de revisión del incidente. "Es innecesario y demuestra su verdadera naturaleza", dijo el neerlandés a la prensa de su país. Hamilton intentó echar balones fuera: "No estoy detrás de esa reclamación, pero apoyo totalmente a mi equipo".

Este viernes en Catar, la FIA ha dicho basta y ha desestimado la petición de Mercedes. Los comisarios alegan que las nuevas imágenes aportadas son "relevantes pero no suficientemente significativas" para cambiar el resultado de Brasil, con lo que Verstappen se libra de una penalización que sin duda habría enturbiado todavía más la atmósfera en el 'paddock' y mantiene su ventaja con Hamilton (14 puntos) en el Mundial.

Tensión máxima

La decisión de la FIA se ha conocido durante la rueda de prensa de los jefes de equipo, en la que estaban presentes Toto Wolff y su homónimo en Red Bull, Christian Horner, que han elevado al máximo la tensión durante su comparecencia. "Sabíamos que esto no iba a ir a ningún sitio, pero queríamos iniciar una discusión en torno a esa acción y ese objetivo se ha logrado", ha reconocido Wolff. Por su parte, Horner ha señalado que "obviamente han tomado la decisión correcta, de lo contrario se habría abierto la caja de Pandora".

El tono ha ido a más cuando el inglés ha vuelto a poner el foco sobre la 'sospechosa' velocidad punta del Mercedes W12 en Brasil: "Ya escucharon a Toto en la radio después del esprint ("Lewis, que se jodan", dijo). Es la primera vez que tienen un rival, es interesante ver cómo reacciona la gente bajo presión. Estamos ante la lucha política más intensa del deporte en los últimos años. Nuestro coche cumple con la norma. ¿Tenemos dudas sobre la ganancia de Mercedes en las rectas en las carreras recientes? Sin duda. ¿Esperamos que la FIA lo vigile? Confiamos totalmente en la FIA. Queremos asegurarnos de que en estas últimas carreras los coches se vigilan de manera escrupulosa. Dos equipos y dos pilotos luchan por el mayor premio de este deporte y quieres asegurarte de que el terreno de juego es equilibrado", ha lanzado Horner. “Respetamos todo lo que han hecho Mercedes y Lewis Hamilton, pero no necesito irme a cenar con Toto o besarle el culo como otros jefes de equipo".

Wolff le ha saltado al cuello: “Creo que nadie se plantaría en la pista con un motor o coche ilegal. Estarías loco si lo hicieras. Sobre las tensiones entre equipos, hay mucha gente buena trabajando en Red Bull y Mercedes y es una grandísima lucha. Hay respeto por las capacidades que tiene Red Bull. Es duro porque es el Mundial. Antes era boxeo olímpico, luego profesional y ahora es lucha libre. Pero está bien, estamos en el ring luchando", ha respondido el austríaco. Y ya se sabe que cuando se trata de lucha libre, no hay reglas que valgan.