España se impuso este viernes a Portugal (4-7) en el partido que conmemoró el centenario del primer duelo de selecciones ibérico, que juntó en Lisboa a una veintena de 'leyendas' que vistieron en el pasado la elástica de la Roja o de las 'quinas'.

El encuentro, un momento de fiesta en el que la rivalidad se dejó de lado, se jugó en el pabellón João Rocha de Lisboa, para conmemorar el primer partido que enfrentó a las dos selecciones ibéricas, hace cien años.

Fue el 18 de diciembre de 1921, un duelo que supuso además el estreno absoluto de la selección de Portugal y que se jugó en el Campo de O'Donnell de la capital española, entonces feudo del Atlético de Madrid.

Aquel encuentro se saldó con victoria para España por 3-1, con goles de Paulino Alcántara (2) y Manuel Meana para los locales y de Alberto Augusto por parte de Portugal.

Cien años después, la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) estrecharon lazos para hacer posible una celebración de la histórica fecha, que agotó las entradas.

El choque, en una modalidad de cinco contra cinco sobre césped artificial, reunió a una veintena de veteranos de ambos países.

Vistieron la camiseta de Portugal Vítor Baía, Ricardo, Bosingwa, Hélder Postiga, Luís Figo, Maniche, Pedro Pauleta, Ricardo Carvalho, Rui Costa, Simão Sabrosa y Tiago Mendes, la mayoría de ellos también viejos conocidos del fútbol español.

Por parte de la Roja jugaron Koke Contreras, Capdevila, Juanito, Albert Luque, David Villa, Carlos Marchena, Luís García, Gaizka Mendieta, Morientes y Alfonso Pérez.

El partido fue una fiesta de goles que se saldó, como hace cien años, con victoria para España, gracias a los tantos de David Villa (2), que actuó como capitán; Mendieta (2), Luis García (2) y Marchena.

Pero el máximo goleador del encuentro fue Pauleta, que hizo un "hat-trick" para Portugal, para la que también marcó Rui Costa y en la que Vitor Baía pudo rememorar algunas de las paradas que hacía cuando jugaba con el Barcelona.

El partido acabó con abrazos e incluso con la presencia de los hijos de algunos jugadores sobre el césped, en un espíritu festivo que llenó el pabellón, donde se coreó sobre todo a Portugal pero también se escuchó algún "Illa illa illa, Villa Maravilla".