A Joan Barreda (Honda) no le vino nada mal que la sexta etapa del Dakar, que se debía disputar este viernes en Riad, fuera neutralizada a los 101 kilómetros debido al mal estado de la pista. El piloto de Torreblanca tomó la salida pese a haberse fracturado la clavícula por una caída sufrida en la etapa del pasado jueves, pero no estuvo nada cómodo ya que sintió «bastante dolor» durante el tramo en el que estuvo encima de su moto.

«El objetivo era intentar continuar en carrera y he tenido bastante dolor. Vamos a ver... Tenía mucho dolor, sobre todo en las zonas de piedras, y en las de arena había que frenar casi a cero por los baches y los peligros. La clave es intentar que no empeore y que la inflamación no vaya a más con el paso de los kilómetros. Si sigo así, intentaré manejar la situación para continuar en carrera mientras pueda», comentó al llegar al campamento.

Una caída que, junto a los problemas de casi todos los participantes para encontrar el penúltimo punto de control de la etapa 1B, dejan a Barreda sin opciones de aspirar a la victoria en la general de motos. «La carrera se complica, está claro. Ya lo estaba desde el primer día con una pérdida de 40 minutos, teníamos que apretar cada día para recuperar tiempo y llegó la caída. El principal objetivo ahora es llegar a la meta», dijo el torreblanquino, quien acabó en la posición 14º a 5’27” del ganador de la etapa, que acabó siendo el australiano Daniel Sanders (Gas Gas) con 51’43”.

Problemas para Sáinz

En coches, el argentino Orlando Terranova, y su copiloto, el español Daniel Oliveras Carreras (Bahrain Raid Xtreme) sorprendieron en la sexta etapa y ganaron por delante de los grandes favoritos. Aventajaron en un minuto y seis segundos al sueco Mattias Ekström (Audi) y en 1’49” al saudí Yazeed Al Rajhi (Overdrive Toyota). 

Al que no le fue nada bien la etapa fue a Carlos Sainz (Audi). Primero a los 41 kilómetros, pero a partir de entonces sufrió problemas en su innovador vehículo híbrido que le hicieron perder hasta 41’23” respecto a Terranova.