"No voy a parar hasta llevar al Club Deportivo Badajoz a la Champions". Joaquín Parra apuntaba alto en una entrevista concedida al diario Hoy en el verano de 2020. Un año antes, este empresario andaluz, dedicado al negocio de las gasolineras 'low cost', había adquirido el club extremeño con el objetivo (ya cumplido) de transformarlo en una SAD y con el de devolverlo al fútbol profesional, algo que no sucede desde 2003 y que todavía no ha logrado.

En privado, en este tiempo, confesaba con ciertas dosis de desprecio su molestia por tener que enfrentarse a equipos prácticamente aficionados en la extinta Segunda B, demandando una profesionalización de la categoría con la única presencia de los clubes más poderosos económicamente.

Hoy, Joaquín Parra está en prisión preventiva, mientras quienes gestionan su patrimonio advierten de que el CD Badajoz está "al borde de la quiebra". Su entrada a prisión nada tiene que ver (a priori) con su actividad al frente del conjunto extremeño, refundado en 2012 tras, como tantos otros, verse abocado en su día a la desaparición.

Fraude a Hacienda

Parra ingresó de manera preventiva el pasado mes de julio en la cárcel de Alhaurín de la Torre acusado de un presunto fraude masivo del pago del IVA en las ventas de grandes cantidades de hidrocarburos. Tres de los 13 millones presuntamente defraudados, eso sí, se habrían destinado a la reforma del Nuevo Vivero, según las investigaciones de la Guardia Civil.

Cuentan que Parra ha recibido ofertas importantes para desprenderse del Badajoz, del que sigue siendo propietario desde prisión, pero que se niega hacerlo. O que, al menos, está exigiendo unas condiciones totalmente inasumibles para los interesados. Mientras tanto, el club se desangra, presa de un modelo de negocio sujeto a inversiones que superan holgadamente a los gastos, con el objetivo de dar el salto cuanto antes al fútbol profesional.

El problema es que los problemas legales de su propietario han reventado el modelo y "los recursos propios se han agotado", según confesó este lunes David Torices 'Dupi', quien hasta hace unas semanas era director deportivo y ahora ejerce también de director general. No es verdugo sino una víctima más de la situación, propiciada por Parra, su mujer y su hijo.

Torices ahora aspira a poder reunirse en la cárcel con el propietario del Badajoz para rogarle que facilite la venta de la entidad a algunos de los grupos interesados en su adquisición. Ya no hay dinero en las arcas pacenses y la situación está derivando en impagos a los empleados... pero no todos los impagos son iguales.

Tres meses sin cobrar

Según la información recabada por este periódico, los integrantes del primer equipo masculino, que compite en Primera RFEF, han dejado de cobrar aproximadamente el 50% de sus tres últimas nóminas: cobraron íntegra la de octubre, alrededor de la mitad de noviembre y nada de la de diciembre. En cambio, las jugadoras del primer equipo femenino, de Primera Nacional, la tercera categoría española, no han cobrado absolutamente nada estos tres últimos meses.

Las jugadoras viven una situación similar a las de los equipos filial (de Tercera RFEF) y juvenil masculinos. Ellos cobraron también con retraso dos meses (como ellas) y han dejado de cobrar otros dos, uno menos que las futbolistas, dado que en su caso la temporada comenzó en septiembre y no en agosto. Juntos, y apoyados por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), exigieron el martes soluciones en una comparecencia pública. Horas después, el primer equipo masculino hizo lo mismo por su cuenta.

"Empezamos la temporada sin que nos pagaran las nóminas de agosto y septiembre. A comienzos de octubre hubo un cambio en la dirección general del club y enseguida nos abonaron esas dos mensualidades. Pero desde entonces no hemos cobrado nada. Nos dicen que el club es una cuestión de fe ahora mismo, que necesita una inyección de capital del propietario y de su familia para subsistir, pero esta no llega", explica Clara Pascual, capitana del CD Badajoz, en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario que pertenece a este mismo grupo, Prensa Ibérica.

De las 18 jugadoras que forman parte del equipo (que va segundo en el Grupo 4 de Primera Nacional), solo nueve cuentan con un contrato profesional, por el que cobran una media de unos 400 euros, cuya parcialidad es variable: están contratadas a 14, 16, 18 horas... aunque en realidad el tiempo que dedican al equipo es el mismo en todos los casos. Las otras nueve jugadoras tienen simplemente un acuerdo en el que el club les compensa por los gastos derivados de su actividad, hasta un máximo de 400 euros. Se trata de una fórmula habitual en el fútbol modesto, de hombres y mujeres, que en muchos casos funciona como un contrato encubierto.

Filial y juvenil

Un problema adicional, que también afecta al filial y el juvenil masculinos, tiene que ver con la vivienda y la manutención. "Tres compañeras comparten un piso que tiene pagado el alquiler hasta diciembre, porque al estar a nombre del club los impagos generan problemas a la propiedad. Pero otras seis compañeras tienen acordado el pago de habitaciones particulares en pisos o en residencias [varias son universitarias] y eso no lo ha pagado desde agosto, porque el problema es directamente para ellas, que tienen que recurrir a familiares para que no les echen", detalla Clara Pascual.

Varias de las jugadoras afectadas por estos impagos han solicitado al CD Badajoz la carta de libertad para poder rescindir su contrato y fichar por otra entidad. La respuesta que han recibido de la propiedad (la familia Parra) es que el club solo les dará la baja si renuncian al dinero que les adeudan, según los testimonios recabados por este periódico.

Si rescinden el contrato unilateralmente, el club puede retener su licencia e impedirles que puedan competir con otra camiseta. En categorías nacionales existe un procedimiento abreviado para evitar ese tipo de situaciones, pero no es aplicable en la Primera Nacional en la que compite el CD Badajoz.

Este diario se ha puesto en contacto con la entidad pacense para recabar la versión del club sobre todas estas situaciones, pero no ha recibido respuesta alguna.