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El fugaz y controvertido paso del fallecido Paco Gento como entrenador del Castellón

El cántabro solo dirigió al conjunto albinegro durante 11 partidos

Paco Gento dirigiendo un entrenamiento del CD Castellón.

El mundo del fútbol despide hoy a Francisco Gento, una auténtica leyenda del Real Madrid y del fútbol español, y único jugador que ha logrado ganar seis Copas de Europa. La carrera del cántabro como entrenador, sin embargo, fue breve y mucho más discreta. Solo tres años después de retirarse llegó al banquillo del CD Castellón, en Segunda División, donde tuvo un paso fugaz marcado por el desencuentro con una parte de la afición. Curiosamente, dos temporadas después aterrizaría en el conjunto albinegro otro mito del club merengue, Alfredo Di Stefano.

Críticas de Castalia

Gento se hizo cargo del equipo albinegro en la temporada 1974-75, tras dirigir al Castilla. Tenía solo 41 años y su etapa de futbolista todavía estaba muy cercana en el tiempo. Por ese motivo, quizás, no supo digerir las señales de desaprobación que le llegaban desde la grada de Castalia, después de una larga carrera en la que todo había sido halagos y admiración.

Él mismo lo dejó dicho el día que se despidió de la plantilla, después de una derrota ante el Recreativo de Huelva tras la que presentó su dimisión. "Yo, la verdad, no estaba acostumbrado a que la gente se metiese conmigo de esa forma tan despiadada, que ni cuando era jugador y me salía un partido desastroso se me trataba así", explicaba a Mediterráneo.

Noticia de 'Mediterráneo' sobre la dimisión de Gento tras perder contra el Recreativo de Huelva.

Noticia de 'Mediterráneo' sobre la dimisión de Gento tras perder contra el Recreativo de Huelva. Mediterráneo

Lo cierto es que los resultados no estaban siendo todo lo buenos que sería esperable de un equipo que estaba recién descendido de Primera División, y que tenía por tanto el objetivo de volver a subir. Dirigió 11 partidos, con un saldo de cuatro victorias, tres empates y cuatro derrotas. Se fue renunciando a todo el dinero que le correspondía por contrato. "Antes de que me eche el público me voy yo", manifestó el día de su marcha.

Gento (a la derecha) junto a Racic, portero del Castellón.

Gento (a la derecha) junto a Racic, portero del Castellón. Mediterráneo

Poca preparación

El periodista José María Arquimbau rememora la época de la Galerna del Cantábrico en la capital de la Plana. "Era buena persona, educado, pero lo cierto es que era poco hablador; no podías tener una conversación demasiado larga con él", detalla. Una valoración positiva en lo personal, pero no tanto en lo profesional. "Ni le gustaba el puesto ni sabía demasiado. Recuerdo que entrenaba apoyado en la verja y fumando. Pronto se vio que no estaba preparado". El hecho de que después del Castellón solo dirigiera al Palencia y al Granada, y que se despidiera de los banquillos a los 47 años, parece apoyar la impresión del periodista castellonense,

Respecto a la relación con la afición, Arquimbau cree que dejó en la ciudad "más amigos que enemigos", pese a que su llegada no fue recibida con demasiado entusiasmo. "En aquella época, aquí se simpatizaba más con el Barcelona que con el Madrid".

Un día, periodista y entrenador estaban hablando respecto a las lesiones. “Cuando un jugador tiene una lesión importante, cuando vuelve, se da cuenta de que no llega a los balones de antes; tras la segunda lesión, se da cuenta el entrenador; y después de la tercera, el público”, cuenta Arquimbau que le dijo Gento. Quizás entendió, al dimitir, que el público de Castalia ya se había dado cuenta de que, como entrenador, Gento ya no llegaba a ningún balón.

Un castellonense pudo ser su relevo en el Madrid

Arquimbau rememora una anécdota que tiene como protagonista a Gento e, indirectamente, a un futbolista castellonense. "Fichado del Santander, su primera campaña con el Real Madrid fue decepcionante, porque solo destacaba por la velocidad, con escasa técnica; no se acoplaba al juego colectivo del equipo madridista. Hasta tal punto que se pensó en reemplazarlo por otro jugador que había sido la revelación en Osasuna, máximo realizador, con 12 tantos, jugando de extremo, como Gento. El hombre en cuestión era el castellonense Pauet, de la cantera albinegra. Pero las negociaciones no fructificaron, al enterarse de que Pauet tenía 28 años por aquel entonces, y lo consideraron ya muy mayor. Poco se imaginaban los directivos madridistas que la carrera de nuestro paisano en la máxima categoría no había hecho más que empezar. Málaga, Sevilla y Elche disfrutaron con Pauet, que incluso fue llamado para la selección española, aunque unas inoportunas fiebres maltas le privaron de la internacionalidad absoluta".

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