Que el Real Madrid gane no es noticia. Al fin y al cabo, es el destacado líder de LaLiga, todavía más ahora tras el empate del Sevilla en Cornellá (1-1) ante el Espanyol.

Que el FC Barcelona y el Atlético lo hagan tampoco lo es, por mucho que el rendimiento de ambos conjuntos esta temporada esté bastante por debajo de lo que acostumbraban.

Sin embargo, que los tres grandes de LaLiga ganen sus respectivos partidos la misma jornada sí es noticia. Aunque a primer vistazo pueda parecer que no, que es algo muy corriente.

Este fin de semana ha ocurrido, los tres han ganado y de hecho han goleado, pero era algo que no sucedía en el campeonato desde hace casi tres meses, desde hace 10 jornadas.

Cuatro veces

Es de hecho una circunstancia que en lo que llevamos de Liga, alcanzada ya la frontera de los dos tercios, solo ha ocurrido cuatro veces: en las jornadas 1, 14, 15 y 25, que es la que finalizará esta noche (21.00 horas) con el Celta-Levante.

Ahora bien, ¿es esto lo habitual o se trata de una anomalía de este curso? Más bien lo segundo. En la pasada temporada, 10 jornadas vivieron triunfos simultáneos de Madrid, Barça y Atleti, seis de ellas antes de la jornada 25.

En la 18-19 también pasó 10 veces (siete ya a estas alturas) y en la 17-18 el número se elevó a 12 (nueve en los dos primeros tercios de competición.

Solo en el curso 19-20, en la pandemia, la cifra fue menor hasta la jornada 25 (tres jornadas), lastrado el dato por una mala temporada del Madrid, en la que acumuló 12 derrotas.

Y si se suma a la ecuación al Sevilla, que en los últimos años se ha ganado la condición de cuarto equipo más poderoso, la actual temporada solo arroja un precedente de cuatro triunfos simultáneos: la primera jornada, allá por agosto.

Despierta Joao

La veda de los triunfos de los grandes la abrió el sábado el Atlético con un sanador 0-3 en El Sadar que le sirve para lamerse las heridas y verse algo más guapo en el espejo.

Joao Félix celebra su gol contra Osasuna. EP

No dejaban los de Simeone su casillero de goles en contra a cero desde comienzos de enero, siete partidos encajando consecutivos, pero todo iba a ser distinto contra un Osasuna tierno en casa como pocos años: solo dos victorias de 13, tercer peor local del campeonato.

Joao Félix inauguró la cuenta a los tres minutos y esa también es una excelente noticia para los de Simeone, que llevan ya dos cursos y medio aguardando a la explosión definitiva del talento del portugués. Luis Suárez y Correa, ya en la segunda mitad, remataron la faena colchonera.

Tirita blanca

Una horas más tarde, el Real Madrid calcó el resultado de su vecino, aunque lo hizo en casa (3-0 frente al Alavés) y con algo más de incertidumbre, merced a una primera parte bastante deficiente.

Vinicius despertó a los blancos tras el descanso y Asensio marcó el primer tanto pasada la hora de encuentro. Tuvo que esperar el Madrid a los diez minutos finales para que el brasileño y Benzema abrocharan el triunfo contra el Alavés.

Un triunfo que es vitamina en vena para los de Ancelotti tras su derrota del martes en el Parque de los Príncipes y que ya le deja con seis puntos de ventaja al frente del campeonato, confirmando que medio título ya es suyo.

Marco Asensio, este sábado. EFE

Tres de Aubameyang

El Barça fue el último de los grandes que jugó este domingo, ganando 4-1 en Mestalla, en un partido trufado de muchas jugadas al límite del reglamento (sobre todo fueras de juego) que obligó al árbitro y al VAR a una tarde frenética.

Hubo una jugada curiosa, en la que un gol del Valencia quedó anulado después de constatar que el balón había salido de banda durante la jugada. Lo llamativo fue que el árbitro acudió a verla al monitor, cuando a priori es una jugada que no es necesario revisar visualmente.

Fuentes arbitrales consultadas por este periódico interpretan que el VAR recomendó a Gil Manzano que la viera dada la complejidad de la acción, que incluía un posible penalti antes del gol, para que estudiara si en efecto ese fuera de banda era parte o no de la jugada.

Más allá de detalles de protocolo arbitral, se vio a un buen Barça y por encima de todo a un Barça efectivo de cara gol, especialmente en la primera mitad, en la que marcó tres de sus cuatro goles.

Buena parte del mérito lo ostenta Pierre-Emerick Aubameyang, que anotó un triplete (aunque el tercer tanto nace de un disparo de Pedri), como hacía en sus mejores años con el Arsenal. Con un goleador al fin, todo debería ser más fácil para el Barça en el último tercio de competición.

Iñigo Martínez celebra uno de los cuatro goles del Athletic en el derbi vasco. EFE

Derbi rojiblanco

Al margen de los tres grandes, el derbi vasco atrajo la atención de la jornada, más aún tras la contundente goleada (4-0) del Athletic, que ajustició a la Real Sociedad en los 25 minutos finales.

Tras una primera mitad más igualada en San Mamés, en la que Remiro detuvo un penalti a Muniain, el Athletic puso la directa gracias al balón parado (los dos primeros goles llegaron de córner) y la entrada en el campo de Oihan Sancet.

El Betis continúa firme, tras una trabajada victoria contra el Mallorca (2-1), que le permite defender su puesto de Champions frente a la presión del Atlético y el Barça por desbancarle.

El Villarreal, por su parte, se reforzó de cara a su partido de Champions del martes contra la Juventus goleando en Granada con tres goles de Danjuma (1-4); el Rayo cayó en Elche (2-1) y continúa cuesta abajo; y el Cádiz y el Getafe sumaron un empate (1-1) que no termina de contentar a ninguno.