El circuito de Albert Park, en Melbourne, albergará este fin de semana el Gran Premio de Australia, tercera cita del Mundial de Fórmula 1 a la que el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) llega como sólido líder y dispuesto junto a su compañero Carlos Sainz a mantener a raya al neerlandés Max Verstappen (Red Bull).

Después de las dos primeras carreras en Asia, en Baréin y Arabia Saudí, se ha podido comprobar lo intuido durante la pretemporada y lo que podía traer el cambio normativo. De momento, el espectáculo está creciendo y, aunque la brecha entre los equipos continúa en muchos casos, se barrunta más igualdad en una parte delantera que está siendo coto privado de Ferrari y Red Bull, pero donde no se deja de esperar al paso adelante de Mercedes.

La 'Scuderia' está viviendo el inicio soñado. Después de muchos años de penurias y sin poder plantar cara a las 'flechas plateadas' y los 'RB', vuelve a ser fiel a su historia. Sin embargo, tras confirmar los pronósticos con el 1-2 en Sakhir, Red Bull y Verstappen dejaron claro en Yeda que no están tan lejos como sí parece estar el inglés Lewis Hamilton.

El siete veces campeón del mundo no consigue todavía ser una amenaza. Pese a que subió al podio en Baréin, 'ayudado' en parte por el abandono de Verstappen y la salida de pista de Sergio Pérez, en Arabia Saudí se le vio frustrado y sólo pudo ser décimo después de ni siquiera pasar a la 'Q2'.

Por este motivo, el renovado trazado urbano de Albert Park, que vuelve tras dos años de ausencia por la pandemia y que quiere aumentar la emoción con cuatro zonas de 'DRS', augura un nuevo duelo entre el equipo de Mattia Binotto y el de Chris Horner, aunque todo hace indicar que en algún momento, el de Toto Wolff, sufriendo con el nuevo 'porpoising' (el efecto aerodinámico que produce que los monoplazas den botes), dará el salto que se espera y se mostrará mucho más competitivo.

A Australia llega en cabeza un Charles Leclerc que este año sí está pudiendo superar a su compañero de equipo, un Carlos Sainz que sigue a la búsqueda de encontrarse por fin cómodo en el 'F1-75' y sacarle el máximo rendimiento para poder soñar por fin con esa primera victoria en la F-1 que pueda ratificar su candidatura al título.

El monegasco lidera con 45 puntos, doce más que el español y 20 más que el actual campeón del mundo, ansioso de recuperar cuanto antes el inoportuno '0' que se llevó de Baréin. Hamilton está ya a más de una carrera antes de afrontar un Gran Premio que extrañamente no está entre los que 'mejor' se le han dado.

Alonso mantiene el optimismo

Y es que en la era dominadora de su escudería, la carrera que tradicionalmente abría antes la temporada fue dominada en cuatro ocasiones por sus pilotos, pero sólo en una ocasión por el de Stevenage y en 2015, que añade a la de 2008 con McLaren. Dos más fueron para Nico Rosberg (2014 y 2016) y otra para Valtteri Bottas, en la última visita a Melbourne en 2019.

Tampoco se le ha dado bien a Verstappen, con el tercer puesto de hace dos años como mejor resultado, mientras que Ferrari acude esperanzado porque cuando no era tan competitivo fue capaz de ganar en este trazado en 2017 y 2018, ambas con el alemán Sebastian Vettel, precisamente una de las novedades de este Gran Premio y que debutará en la temporada con el Aston Martin tras perderse los dos primeros por el coronavirus.

Leclerc fue quinto en su única participación al volante de un 'bólido rojo', mientras que Sainz siempre puntuó salvo en 2019, aunque su mejor resultado fue un octavo puesto que espera mejorar notablemente este domingo.

Y también ansía mejorar Fernando Alonso, cuyo inicio de temporada no está siendo lo positivo que deseaba. El piloto asturiano tuvo que abandonar por un problema mecánico en su Alpine en Arabia Saudí cuando acariciaba un valioso sexto puesto y en Baréin sólo pudo ser noveno.

Sin embargo, el bicampeón del mundo de la Fórmula 1 mantiene el optimismo sobre el rendimiento del monoplaza y sigue pensando que son más competitivos de lo que los resultados han demostrado hasta el momento. Ahora, le tocará demostrarlo en un circuito donde sólo ganó en 2006 y donde sufrió uno de sus peores accidentes de su carrera en 2016. Ausente del Mundial en 2019, firmó un gran quinto puesto con McLaren en su última visita en 2018.