Todo estaba ya listo para que el NAC Breda se convirtiera en el undécimo club que entrara a formar parte del City Football Group (CFG), el mayor imperio futbolístico del mundo, creado en torno al Manchester City tras su compra en 2013 por parte del jeque emiratí Mansour bin Zayed Al-Nahyan. El acuerdo entre el conglomerado radicado en Manchester y los accionistas mayoritarios del club neerlandés estaba ya cerrado por un valor de siete millones de euros. Parecía ser una cuestión de tiempo... pero no lo será.

El pacto para incorporar al NAC Breda a la estructura del Manchester City, el rival con el que se enfrenta esta noche el Real Madrid en las semifinales de la Champions League, estaba a expensas de recibir el visto bueno de una tercera parte, la Fundación NOAD, que tiene derecho de veto sobre las operaciones de compraventa del club.

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NOAD era uno de los clubes que se fusionaron a comienzos del siglo XX para constituir el NAC, cuyas siglas significan NOAD ADVENDO (el otro club original) Combinatie. A su vez, NOAD también son siglas, las de 'Nooit Opgeven, Altijd Doorzetten' ('Nunca te detengas, siempre continúa', en español). Y la Fundación NOAD, en recuerdo de aquel antiguo club germen, es un grupo de pequeños accionistas de la entidad que, por motivos históricos, conservan ese poder de veto que ahora han decidido ejercitar para impedir la integración del club en el CFG. Se les considera, en cierta medida, como los responsables de velar por el mantenimiento de la idiosincrasia de la entidad.

Horas bajas

Se da una situación en apariencia sorprendente. El NAC es un histórico de Países Bajos que ha participado en la mayoría de ediciones de la Eredivisie (la primera división del país), que atraviesa un difícil presente financiero y deportivo. Disputa su tercera temporada consecutiva en la segunda división neerlandesa y sabe que estará al menos una cuarta, descartada desde hace muchas semanas la opción del ascenso.

Pues bien, en esas circunstancias tan complicadas, el club ha rechazado la llegada del capital emiratí y de todo lo que conlleva, en cuanto a impulso deportivo y económico. Un aparente sinsentido que encuentra su explicación en la respuesta dada por los aficionados de la entidad a los anuncios de compra por parte del CFG.

Uno de las primeras consecuencias de que se desvelaran que las negociaciones estaban avanzados, hace aproximadamente un mes, fue la aparición de una pancarta en el exterior del Etihad Stadium, la casa del Manchester City que esta noche tratará de conquistar el Real Madrid. Sobre un fondo amarillo (el color representativo del NAC) y junto al escudo del club aparecía escrito en inglés: "Quedaos fuera de nuestro territorio. ¡El NAC no es asunto del Manchester City!".

Pancarta colocada en el Etihad Stadium en contra de la compra del NAC Breda por parte del City Football Group. / Breda Loco's

Aficionados neerlandeses se desplazaron igualmente hasta los estadios del Lommel belga y el Troyes francés, dos de los clubes propiedad del CFG, para mostrar su rechazo a la operación. Las protestas de los aficionados, en especial de las facciones más radicales, se repitieron posteriormente en el interior del Rat Verlegh, el estadio que desde 1996 acoge los partidos que disputa como local el NAC Breda. Asimismo, la hinchada neerlandesa inició una campaña en redes sociales para tratar de tumbar el acuerdo.

Wim van Aalst, principal accionista de la entidad, salió al paso con una carta pública, reivindicando que la red del Manchester City era "la mejor garantía para regresar a la Eredivisie" y que la "ambición" y el "éxito" son dos de los rasgos del que iba a ser nuevo propietario del club y con el que el NAC ya había mantenido en los últimos una relación de cesión de jóvenes talentos para que se fogueen en Países Bajos.

¿Quién dice 'no'?

Pero los intentos del principal copropietario de la entidad no sirvieron para apaciguar los ánimos de una afición que, lejos de ver en el dinero de Abu Dhabi una oportunidad para recuperar los años de bonanza perdidos lo consideraron con una amenaza a su pasado y a su identidad. "Vamos a tirar nuestra historia por el retrete", fue una de las proclamas que hizo fortuna entre los seguidores del club neerlandés.

Formalmente, fue la llamada Fundación NOAD la que ejerció su derecho de veto para cancelar la operación de venta al CFG, tras constatar la rebelión popular que había causado un anuncio. En Países Bajos, no obstante, también se asegura que el fue el propio City el que, al ver el revuelo montado, pidió al NAC Breda paralizar el acuerdo y que la Fundación NOAD habría sido el instrumento utilizado para hacer decaer la operación.

Fuera de una manera u otra, el CFG no parece preocupado por el resultado. Citando fuentes del 'holding', el diario británico 'The Guardian' recoge que la compra del NAC Breda era vista como una buena oportunidad para ampliar el alcance de su negocio, pero que su cancelación no ha supuesto ningún drama. Dentro de poco comprarán otro club en alguna otra esquina del mundo y seguirán con su plan. Así funciona el City Football Group.