Sin noticias de la lesión de Rafael Nadal. El 13 veces campeón de Roland Garros se impuso sin problemas al australiano Jordan Thompson por un triple 6-2, en apenas 2 horas y 1 minuto.

"Vengo a jugar al tenis", había dicho Nadal a su llegada a París. Quería olvidarse de ese pie izquierdo que le atormenta. Y pudo hacerlo en su estreno en la central de Roland Garros. Desde el primer punto en juego lo demostró. Nada de especular. A tope. Directo, contundente y agresivo en cada golpe. No quería dar ninguna opción a Thompson para evitar sorpresas. El tenista australiano (82 mundial) no es un especialista en tierra, pero es un jugador con un buen saque, buenos golpes, que sobre una pista húmeda como ayer estaba la central Philippe Chatrier, por la lluvia que había obligado a cerrar el techo en los dos anteriores partidos, podría defenderse.

Thompson no lo consiguió. Nadal le echó de la pista a palos. El australiano se desesperaba con los misiles amarillos que le llegaban del otro lado de la red, con peso, velocidad, aceleración y efectos.

Nadal estuvo pletórico, concentrado y sin síntomas de molestias físicas. Sus desplazamientos por la pista eran rápidos e incluso esprintó en alguna de las dejadas que Thompson intentó para descolocarle, buscar algún punto débil. Comprobar si el famoso pie izquierdo de Nadal estaba en condiciones. Si no lo estaba él no supo verlo, ni nadie en la central. La desesperación a su palco, tapándose la cabeza sobre la red o lanzando enfadado una bola No podía y lo demostraba desesperado hacia su palco, con la cabeza sobre la red, quejándose de la pista, golpeando sus zapatillas con la raqueta o lanzaba enfadado una bola fuera de las gradas.

En 41 minutos, Nadal se apuntó el primer set, cediendo sólo dos juegos. El segundo lo ganó un poco más rápido, en 39 minutos y cediendo otros dos juegos. Y el tercero en 41 minutos con otros dos juegos perdidos. Impecable.

Si el día anterior Carlos Alcaraz había tenido su bautizo de fuego en la Philippe Chatrier con una victoria clara ante Juan Ignacio Londoro. No quiso ser menos Nadal que ha disputado la mayoría de sus 106 victorias en Roland Garros (contando la de este lunes) , sobre ese escenario que volvió a pisar por 18ª vez desde que ganó su primer título en 2005.

Superada con nota la primera prueba, Nadal se enfrentará el miércoles, en segunda ronda, al vencedor del partido entre Corentin Moutet o Stan Wawrinka.