El francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) y el español Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP) tienen que salir en el Gran Premio de Malasia de MotoGP, que este fin de semana se disputa en el circuito de Sepang, con el claro objetivo de "atacar" al italiano Francesco "Pecco" Bagnaia (Ducati Desmosedici GP22), nuevo líder del campeonato.

El tercer puesto conseguido por Bagnaia en Phillip Island, unido al "desastre" de Quartararo, que no puntuó por caída, y de Aleix Espargaró, noveno con muchos problemas de deslizamiento de su rueda trasera, colocó al italiano como nuevo líder del campeonato con catorce puntos de ventaja sobre el francés y 27 respecto al español, que es quien más complicado lo tiene para aspirar al título hasta la última carrera de la temporada.

El principal problema tanto de Quartararo como de Espargaró son las especiales características del trazado malasio, con dos largas rectas en las que el potencial de la Ducati de Bagnaia y la del resto de pilotos del fabricante de Borgo Panigale puede ser un inconveniente casi insalvable para ellos.

En cualquiera de los casos, tanto Quartararo como Espargaró ya no tienen nada que guardar o reservar, pues con sólo dos carreras por delante el objetivo tiene que ser intentar frenar a Bagnaia y eso no va a ser sencillo, pues a todo ello habrá que unir las aspiraciones de pilotos como los españoles Alex Rins (Suzuki GSX RR) y Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), que tuvieron una actuación más que destacada en Australia.

La primera plaza del representante de Suzuki y la segunda del de Repsol Honda en Phillip Island les permiten llegar con muchas "ganas y ambición", aunque el circuito de Sepang no sea de los más apropiados para las características de sus motos, pero tras la exhibición de Australia cualquier cosa puede suceder y eso les podría convertir en "jueces" de la competición, al restar puntos a los intereses de los tres, bueno en realidad cuatro candidatos, pues habría que tener todavía en cuenta al italiano Enea "La Bestia" Bastiniani (Ducati Desmosedici GP21), que se encuentra a 42 puntos y, por tanto, todavía con opciones matemáticas antes de Malasia.

Pero lo cierto es que Bagnaia cuenta con muchos factores a su favor para conseguir, por fin, un título mundial para Ducati, a quien se le niega desde el año 2007, cuando lo consiguió por primera y única vez con el australiano Casey Stoner, pues en pista hay hasta ocho Ducati. En Phillip Island, hasta seis motos e esa marca concluyeron la prueba entre la tercera y la octava posición.

Difícil objetivo tanto para Quartararo como para Aleix Espargaró, aunque no imposible.

Además, habrá que tener en cuenta a pilotos como el australiano Jack Miller (Ducati Desmosedici GP22), que no pudo concluir la carrera "de casa" al ser embestido por el español Alex Márquez (Honda RC 213 V), que ha sido sancionado con una "vuelta larga" para la carrera malasia, o al surafricano Brad Binder y el portugués Miguel Oliveira sobre sendas KTM RC 16 oficiales de fábrica.

Además de a los pilotos de Suzuki, a Alex Rins porque venció en Australia y a su compañero Joan Mir, porque un fallo técnico "insignificante" con la presión de los neumáticos, le dejó sin posibilidades de defender el buen ritmo que había mostrado durante los entrenamientos a pesar de no estar todavía plenamente recuperado de su lesión en el pie derecho.

Junto a Aleix Espagaró también se debe tener en cuenta a su compañero Maverick Viñales, quien como él tuvo muchos problemas de deslizamiento con el neumático trasero de su Aprilia RS-GP, y a Pol Espargaró, quien busca con ahínco despedirse de su paso por el equipo Repsol Honda como compañero de Marc Márquez de la mejor manera posible.