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OPINIÓN

La opinión de José Luis Lizarraga | La agenda de Bob en el CD Castellón (II)

Bob Voulgaris, en el palco de Castalia en un partido. Erik Pradas

Posiblemente, lo único que no estaba en la agenda de Bob Voulgaris era que el equipo fuera líder tan pronto. Hoy se perfila como un serio candidato al ascenso directo en los dos grupos de esta Segunda B premium que se inventó la Federación Española de Fútbol. Y digo esto porque el nuevo propietario llegó sin vender humo, sabedor de que para una mente científica como la suya, que prima la información basada en los datos, la inversión no es una garantía absoluta de éxito. Dejó muy claro que a partir del sexto año el CD Castellón tendría opciones de aspirar a estar en Primera División. Recalco: no aseguró que estaría, sino que podría estar. Acostumbrado como estoy a presidentes que llegan con una bola de cristal, y prometen ascensos y éxitos, me pareció tan prudente como serio su discurso. Yo también quiero ser precavido porque la competición es muy larga y siempre se producen baches, pero me gusta la solidez del Castellón y su competitividad. Ya les dije una vez que me recuerda mucho a aquel equipo de Luiche que ganaba 1-0 muchos partidos pero que era más fiable que un reloj suizo.

De mi primera conversación con Bob recuerdo que le pregunté si le preocupaba que las relaciones con las instituciones no fueran muy fluidas por no calificarlas de otra forma más contundente. Me miró con cierta sorpresa y le preguntó a uno de sus asesores. No sabía nada del tema pero me contestó: «No estoy muy acostumbrado a tener relaciones con políticos, pero no me preocupa porque mi plan no depende de ellos». Le sonreí y creo que intuyó, pese a que mi inglés de andar por casa no permite expresar ciertos matices, que la respuesta me había encantado. 

Esta semana ha escenificado su equipo reuniones con la Diputación de Castellón, siempre más amable con el club, pero Bob ha demostrado que no necesita del salvavidas institucional.

Una de sus obsesiones es acabar por la vía rápida con el concurso de acreedores y dejar la deuda a cero. Bob está cumpliendo con todos los compromisos, aunque la falta de ética de algún expresidente, de pésima gestión, le reclame ahora después de muchos años, cien mil euros de una presunta deuda. Curioso la cara que tienen algunos y no me refiero a David Cruz en este caso.

Bob sigue trabajando en su idea de que el club tenga unas instalaciones y ya tiene cerrado un acuerdo de alquiler a falta de algún fleco, con la idea de construir sus propios campos muy cerca. Es, posiblemente, su prioridad principal. Solo lleva tres meses. Igual que mantiene la búsqueda de un local para que el Castellón tenga unas oficinas dignas en las que se albergue la sede, que pudiera estar centralizada en el futuro en la Ciudad Deportiva que también tiene proyectada. 

La mano del genial Robin Taylor se nota en Castalia. Un inglés entrañable que se gana el corazón y la simpatía de todos pese a que solo habla cuatro palabras de español. Robin me dio el plazo de un año para aprenderlo, aunque yo no le pude prometer que en ese tiempo hablara perfectamente inglés. Ni mucho menos. Robin maneja datos, como los horarios de entrada a Castalia, que reflejan que el porcentaje mayoritario entra en los últimos cinco minutos. Por ello, quiere que el Castellón sea un punto de reunión en la previa de los partidos, como sucede en Inglaterra. Y termino, si Torrecilla lo requiere, el Castellón tendrá refuerzos en invierno. Este club tiene que estar como mínimo en Segunda. Pueden ser optimistas. Ustedes y el Castellón lo merecen. PPO. 

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