CICLISMO

El dopaje en el ciclismo, desde el punto de vista del perjudicado: lo que se siente cuando no te dejan ser campeón de España

Un corredor de Castellón, perjudicado por el positivo del corredor que, una semana antes de ser pillado, le privó del título

Víctor Martínez García, a la derecha, con el jersey del Electro Hiper Europa.

Víctor Martínez García, a la derecha, con el jersey del Electro Hiper Europa. / TWITTER

Juan Francisco de la Ossa

Juan Francisco de la Ossa

El dopaje no deja de sacudir al ciclismo, aunque se trate de la categoría élite, la que está justo por debajo del profesionalismo. Iñigo González, corredor vizcaíno de 23 años, dio positivo por EPO y tramadol en un control realizado por la Agencia Vasca Antidopaje en julio, según ha anunciado su equipo, el Padronés Cortizo, con lo que se expone a una sanción de cuatro años. Una triste historia que salpica a un modesto pero esforzado corredor castellonense, Víctor Martínez García, quien, a sus 37 años, ha sido recalificado este año como profesional y correrá de nuevo en el Electro Hiper Europa, ya que fue segundo en la misma prueba del campeonato de España, por lo que ahora se ve como el principal perjudicado.

La historia, paso a paso

Recapitulemos. El 26 de junio se disputan en Mallorca los campeonatos de España, en la que los corredores élite corrían junto a los profesionales la prueba en línea. Iñigo González acabó 13º (venció el granadino Carlos Rodríguez) y fue el primero de su categoría, y así subió a un podio, donde recibió el trofeo y el jersey rojigualda, con Víctor Martínez (20º) a su derecha. Solo una semana después, el ciclista de Zalla se somete a un control antidopaje en una carrera menor, la Loinatz Proba de Beasain (perteneciente al Torneo Euskaldun), donde da positivo que, no obstante, no se ha dado a conocer hasta esta semana.

El domingo, cuando Martínez celebraba la primera comida del 2023, su teléfono empezó a sonar. Llamadas y wasaps le daban la enhorabuena, pero él no sabía por qué. Ya circulaba que González, el corredor que le había robado el sueño de ser campeón de España, se había dopado... y que le habían pillado solo ocho días después de que le arrebatara la gloria.

Iñigo González (centro), como campeón de España élite, el pasado junio, con Víctor Martínez a su derecha.

Iñigo González (centro), como campeón de España élite, el pasado junio, con Víctor Martínez a su derecha. / REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE CICLISMO

«Un tío peligroso»

«En el mundillo ya sabíamos que era un tío peligroso y con unos resultados sospechosos; la demostración es que le han pillado», declara el damnificado. «Por una parte estoy decepcionado, porque en Mallorca me sentía que podía ganar: iba por delante de Óscar Sevilla, Mikel Nieve...», dice. «Pero, por otra parte, se hace justicia», agrega Víctor, que, con todo, no puede olvidar que le «amargó el que era mi gran día».

 El ciclista castellonense ya ha hablado con el director deportivo de su equipo, el Electro Hiper Europa, para ver qué se puede hacer, si puede reclamar: «Todo el mundo sabe que la EPO es un tratamiento, no es algo que te pongas para una carrera, así que se lo pillaron una semana después...». «Moralmente me siento ganador, por lo que espero que tenga un reconocimiento, que me den el título....», subraya. Porque sabe que, con 37 años, difícilmente podrá verse en una situación igual...

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