CON LEWANDOWSKI Y ALBA

La Supercopa, una caldera para los técnicos del Barça

El Barça viaja a la Supercopa de Riad con 24 jugadores

Vídeo: AGENCIA ATLAS

Marcos López

Hace tres años, y tras una Supercopa perdida, Xavi recibía una visita sorpresa en Doha. Enero de 2020. Venía un excompañero suyo, Eric Abidal, ya con traje y chaqueta asumiendo el cargo de director deportivo del Barça, y un ejecutivo (Òscar Grau ejercía entonces de director general del club azulgrana).

Debía ser una visita sorpresa. Pero se sentaron a cenar y los móviles de los tres comenzaron a vibrar casi al mismo tiempo. Habían sido descubiertos ‘los hombres de Bartomeu’. Tenían una misión -encontrar sustituto a Valverde, despedido tras jugar ante el Atlético y perder al inicio de 2020 (2-3) en uno de sus mejores partidos-, pero no se salieron con la suya.

Xavi entendió que no era el momento de sentarse en el banquillo. Un momento que cambió -noviembre de 2021- cuando Mateu Alemany (director de fútbol) y Rafa Yuste (vicepresidente deportivo) emprendieron casi dos años más tarde el mismo viaje que Abidal y Grau.

Ernesto Valverde.

Ernesto Valverde. / JORDI COTRINA

Con la Supercopa, un título menor, pero trascendente y más en una época mísera para el Barça, como punto de partida. O de final. Al ‘Txingurri’ le costó el cargo. Y como no aceptó Xavi le tocó a Quique Setién abandonar las vacas de Cantabria para sentarse en el banquillo del Camp Nou.

Un caramelo envenenado

Es un trofeo pequeño, el cuarto en orden de importancia tras Champions (hace casi ocho que no la gana el Barça), Liga (no alza una desde 2019) y Copa del Rey (el último que entra en el Museu y ocurrió en abril de 2021), pero encajonado en el calendario en enero, producto del negocio que supone llevarlo a Arabia Saudí, es un caramelo envenenado.

Koeman da instrucciones a Coutinho, que salió en la segunda mitad, en presencia de Memphis.

Koeman da instrucciones a Coutinho, que salió en la segunda mitad, en presencia de Memphis. / JORDI COTRINA

Cada Supercopa contiene un relato distinto, unidos, curiosamente, las tres últimas participaciones azulgranas por idéntico resultado. Un 2-3 con el Atlético y Valverde sonriendo, al fin aliviado, en la ciudad deportiva de San Joan Despí en una foto que retrata el final de meses de críticas e incomprensiones. Un 2-3 con el Athletic, final disputada en Sevilla por la pandemia, que frustra el crecimiento del proyecto de Koeman.

Y un 2-3 con el Madrid, ya, de nuevo, en Riad, con Xavi perdiendo su primer título, pero intuyendo que anda en el buen camino para construir su proyecto. “Este es el camino”, espoleó Laporta en un discurso a la plantilla y al cuerpo técnico tras la caída ante el Madrid. Un discurso que se hizo viral.

Lista de 24 jugadores

"Los mensajes que nos llegan desde Barcelona por el partido que habéis hecho, en el que habéis dado la cara en todo momento… Habéis mostrado talento, orgullo, capacidad de superaros a vosotros mismos. ¡Habéis sido valientes, es un orgullo!", pregonó el presidente, que regresa, otra vez, a Riad, necesitado, al igual que todo el club, de un título, aunque sea la Supercopa.

Tras gobernar en la Liga y ser expulsado de la elite europea, el Barça necesita festejar un título, por pequeño que sea, para fortalecer el proyecto deportivo

Para Xavi, que recupera a los sancionados Lewandowski y Jordi Alba (ambos causaron baja en el Metropolitano), no es un viaje turístico hacia la nueva industria del deporte mundial en que se ha convertido Arabia Saudí, como ha demostrado el reciente fichaje de Cristiano Ronaldo por el Al-Nasrr, transformado en el deportista mejor pagado del planeta.

Xavi Hernandez, el técnico del Barça, en el duelo con el Atlético en el Metropolitano.

Xavi Hernandez, el técnico del Barça, en el duelo con el Atlético en el Metropolitano. / AFP

Es una Supercopa necesaria para fortalecer el proyecto del técnico azulgrana, que camina firme en la Liga (líder, 41 puntos de 48 posibles) zarandeado por la tremenda herida de la temprana eliminación en la Champions que no deja de supurar.  El Betis de Pellegrini, ya sin Álex Moreno, otro jugador que se va en mitad de temporada a la Premier, emerge como primer obstáculo este jueves en el camino hacia la final, tal vez con el Madrid en el horizonte del próximo domingo.

Sería la primera final para Xavi, necesitado de títulos para ganar calma y tiempo en la reconstrucción del proyecto que gobierna en España, pero dimite cada año de Europa. Hasta de la Europa League. Por eso, adquiere tanto valor el viaje a Riad.

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