La belleza ha sido el antídoto contra el mal de altura para los expedicionarios de Castellón en el Himalaya. Bajo la mirada atenta de Ama Dablan, el grupo alcanza Dingboche, a 4.350 metros de altitud, y ya notan en sus carnes que para un cuerpo acostumbrado a vivir al nivel del mar, el Himalaya puede ser impactante.
Sexto día de la expedición castellonense al Himalaya: Dingboche (4.350 m), la altura ya pesa en las mochilas
JOSÉ MANUEL ZAPATA
La belleza ha sido el antídoto contra el mal de altura para los expedicionarios de Castellón en el Himalaya. Bajo la mirada atenta de Ama Dablan, el grupo alcanza Dingboche, a 4.350 metros de altitud, y ya notan en sus carnes que para un cuerpo acostumbrado a vivir al nivel del mar, el Himalaya puede ser impactante.
Sexto día de la expedición castellonense al Himalaya: Dingboche (4.350 m), la altura ya pesa en las mochilas
JOSÉ MANUEL ZAPATA
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