FÚTBOL (CHAMPIONS): REAL MADRID 5-SALZBURGO 1

Rodrygo sella el billete del Real Madrid para dieciseisavos a ritmo de vals

Dos goles del brasileño abrieron una goleada ante un rival impropio de Champions que se fue goleado con otros dos tantos de Vinicius y uno de Mbappé

Los blancos aún podrían quedar entre los ocho primeros y ahorrarse la próxima eliminatoria

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Un partido con poco atractivo y el amodorrado ritmo de un vals vienés fue finiquitado por el jugador que se toma más en serio la Champions: Rodrygo Goes. El brasileño, que suma 22 goles y 13 asistencias en 56 partidos, despertó a sus compañeros del letargo en una noche fría ante un rival impropio de una competición como la Copa de Europa. Ancelotti, que tenía serios problemas de efectivos defensivos, salvó el compromiso y ahora los blancos se desplazarán en la última jornada a la Bretaña francesa ya clasificados para la eliminatoria de dieciseisavos y con opciones incluso de ahorrarse todavía ese cruce de repesca. En estos momentos su rival sería la Juventus o el Celtic, pero con la ventaja de jugar el partido en el Bernabéu.

Advirtió en la previa Kylian Mbappé que en sus primeros partidos no terminaba de dar su mejor versión porque “pensaba demasiado cuando recibía la pelota”. Sin quererlo, el francés ofreció el mejor diagnóstico que se ha hecho sobre este Madrid ‘neogaláctico’ en el que Florentino ha obligado a Ancelotti a amontonar estrellas que tratan de sintonizar la misma frecuencia a caballo entre lo políticamente correcto y el instinto para hacer según qué cosas y con quién.

Obligado a ganar para no complicarse la clasificación para el playoff de Champions, el italiano armó ante el tibio Salzburgo un once ultraofensivo con Ceballos y Modric junto a Bellingham dejando arriba a Mbappé escoltado por Vinicius y Rodrygo. Quitó Carletto el tapón de la bañera al desplazar a Valverde al lateral, por la ausencia de Lucas, quedándose sin referente defensivo ni capacidad de recuperación de balón.

Los austriacos, rival tierno en el área contraria y blando en la propia, apretaron en los primeros diez minutos arriba trabando la salida por el inmovilismo de los blancos. Dirigidos por Bidstrup, un danés con un aire a Modric, llegaron a disponer de una ocasión clara de Gloukh que provocó la cólera de Ancelotti y despertó a sus perezosos futbolistas. Aún teniendo a jugadores de buen pie dispuestos por todo el campo, la pelota no corría con fluidez entre los madridistas.

Rodrygo sin misericordia en la Champions

Sin embargo, la ingenuidad visitante regalaba espacios por todo el campo y en el minuto 22 una diagonal de Vinicius que Bellingham no controló bien terminó siendo remachada a la red por el jugador con más hambre, Rodrygo. El duelo era un trámite porque la medular austriaca no llegaba a las ayudas y su defensa quedaba expuesta en cada contra. Hacía tiempo que no se veía un rival tan dócil en el Bernabéu. En el minuto 33 Rodrygo se mudó a la izquierda del ataque, desde donde propuso una pared a Bellingham que el brasileño terminó abrochando a la cepa del palo del Salzburgo. Dos ocasiones, dos goles. Al descanso el partido ya estaba despachado por el pragmatismo de Rodrygo.

Por si había alguna duda, en la primera jugada de peligro de la segunda parte quedó certificado el triunfo blanco en un lance que retrató la tensión competitiva del rival. El portero visitante, Blaswich, recibió un pase atrás y trató de regatear a Mbappé, quien le robó la pelota y marcó celebrándolo entre risas con el público. Despropósito de rival y victoria fácil que además ayudaba a maquillar el average, que definirá las posiciones de una clasificación igualada de cara a la jornada final. Y ocho minutos después un pase con música de Modric a la espalda del lateral fue optimizado por Vinicius, que recortó para enroscar su disparo en la red visitante completando la producción ofensiva de la delantera.

Ancelotti, con su probada inteligencia emocional, aprovechó la oportunidad para dar minutos a su fondo de armario: Arda, Endrick, Alaba, Brahim... Y regaló una ovación que alimentó la autoestima de Ceballos, Mbappé, Bellingham y Rodrygo. A quien dejó en el césped fue a Vinicius, que no jugará en Valladolid el sábado por sanción y que anda receloso con una afición que está más pendiente de Mbappé. La jugada le salió bien a Carletto porque el brasileño anotó el quinto y se reconcilió con una grada que agradece que se centre en la pelota. El choque lo cerró Bidstrup, el mejor de los austriacos, con una volea en el área que descerrajó a un Courtois vendido. Así terminó un partido más propio de un trofeo de verano que de una Champions.

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