La Comisión Nacional de la Energía (CNE) se decantó ayer por oponerse al proyecto de fusión entre Gas Natural e Iberdrola, pese al informe favorable de los servicios técnicos. Tras una sesión que duró todo el día, los tres consejeros nombrados por el PP, encabezados por Francisco Javier Peón, lograron el apoyo de otros tres miembros. Entre éstos, el del presidente del organismo, Pedro María Meroño, que en sesiones anteriores se había mostrado a favor de una fusión con condiciones. Según fuentes próximas al organismo, Meroño justificó ayer su cambio de actitud con el argumento de que las duras condiciones barajadas en la práctica harían inviable la operación.

Sólo los dos consejeros designados por CiU (Jordi Dolader y Sebasti Ruscalleda) y el del PSOE (Jaime González) defendieron hasta el final que la operación continuara, aunque fuera con duras restricciones. La correlación de fuerzas resultó ser al final de seis en contra y tres a favor, aunque no hubo votación oficial.

SALIDA PARA EL GOBIERNO

El consejo volverá a reunirse hoy para elaborar su informe definitivo. El análisis afecta al impacto de la integración de ambas compañías en las actividades reguladas por el Estado (distribución y transporte de gas y de electricidad). Este dictamen es vinculante para la decisión que finalmente adopte el Gobierno.

Un informe contra la operación proporcionará una salida más fácil al Gobierno, que siempre ha visto con recelo la operación, y al propio vicepresidente económico, Rodrigo Rato, quien no deseaba tener que asumir en solitario la frustración de otra gran fusión energética (las duras condiciones impuestas por el Gobierno ya impidieron la unión de Endesa e Iberdrola).

Gas Natural estaba dispuesta a cumplir las duras condiciones barajadas por la CNE. La compañía ya había asumido las inversiones por más de 3.000 millones de euros (500.000 pesetas) previstas por ambas empresas hasta el 2006.

Aunque no ha habido aún pronunciamiento oficial, en círculos industriales y nacionalistas se respiraba ayer un ambiente de pesimismo total. "He aquí otra muestra del supuesto liberalismo del PP", destacaron algunas fuentes.

La Caixa, primer accionista de Gas Natural, defiende la fusión y se opone el segundo, Repsol. También están en contra los dos mayores socios de Iberdrola, el BBVA y la BBK. La OPA crispó la relación de La Caixa y Repsol, socios en Gas Natural desde 1990.

Ayer en la bolsa destacó la subida de Gas Natural, donde la actividad compradora en el valor estuvo centrada en Ahorro Corporación, financiera ligada a las cajas, que compró el 0,17% del capital, según Reuters. Los títulos de la gasista ganaron el 2,2%, la mayor alza del Ibex.

La responsable de la Federación Estatal de Industrias Afines (FIA) de UGT, Francisca Sánchez, mandó una carta a Cándido Méndez, secretario general del sindicato, en la que recalca que la OPA cuenta con un "proyecto industrial" y "garantías de mantenimiento del empleo".