Ningún partido político quiere poner el cascabel al gato de la reforma de la Seguridad Social en vísperas de elecciones autonómicas y con las generales en el 2004. La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo devolvió ayer la pelota al ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y no ha debatido de momento ningún aspecto relativo a la extensión del cálculo de las pensiones a toda la vida laboral del trabajador, como pide el Gobierno.

Al mismo tiempo que se estaba reuniendo la comisión del Pacto de Toledo, Zaplana sacó a colación la necesidad de tomar como base para calcular las pensiones toda la vida laboral, en vez de los últimos 15 años del trabajador.

MEDIDA POLÉMICA

Esta medida perjudica a los que han cotizado más al final de su trayectoria laboral y beneficia a los que son expulsados del mercado laboral y tienen que vivir del subsidio o de trabajos mal remunerados hasta la jubilación.

La medida pretende ahorrar costes en el sistema público al hilo de las recomendaciones de la Comisión Europea y de las reformas que se están aplicando en varios países europeos. Francia ha aprobado esta semana un fuerte ajuste en el sistema en medio de movilizaciones de trabajadores. También Austria vivió la primera huelga general en cuatro décadas y el canciller alemán, Gerhard Schröder, reiteraba ayer que seguirá adelante con su plan de abaratar las pensiones.

El Gobierno quiere que la propuesta de reforma nazca en el Pacto de Toledo, aunque aclaró ayer que no arriesgará el acuerdo insistiendo en la medida.

La comisión parlamentaria le tomó la palabra y ni siquiera comenzó ayer a debatir la proposición. Se limitó a fijar un calendario para comenzar en junio a discutir los temas de más fácil consenso (dependencia, inmigración y protección social). Después discutirán cuestiones más espinosas, como los planes complementarios de pensiones, e intentarán elevar al Congreso unas recomendaciones a finales de julio o a principios de septiembre.

MÉNDEZ RECLAMA BIENESTAR

El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, hizo ayer un llamamiento a reforzar el Estado del bienestar. Méndez advirtió de que "la fuerte pérdida de crecimiento económico mundial" amenaza "el empleo y las condiciones de vida y de trabajo de miles de personas en Europa".