El Gobierno argentino no está dispuesto a pagar el martes un vencimiento de 2.540 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) si este organismo no le da garantías de que aprobará la revisión de los plazos y metas pactados en septiembre.

Para los analistas internacionales, esta nueva condición no es más que parte del juego que se trae el Ejecutivo de Néstor Kirchner para dilatar los pagos de la deuda argentina con los acreedores privados que asciende a 70.968 millones de euros.

El primer ministro argentino, Alberto Fernández, afirmó que necesita saber si el FMI --que se reúne hoy y mañana-- va a considerar cumplidas las metas macroeconómicas que se fijaron en septiembre, lo que permitiría a Argentina recuperar el importe de este vencimiento.

El FMI exige que Kirchner reconozca al Comité Global de Acreedores, que firme el decreto para elegir los bancos que deben preparar la oferta y que comience a negociar.