España logró ayer mantener su puesto en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). José Manuel González-Páramo, consejero del Banco de España, fue designado por el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) como sustituto del actual representante español, Eugenio Domingo Solans, cuyo mandato expira el 31 de mayo, y desestimó la candidatura del belga Peter Praet.

La decisión supone una victoria de Alemania, Francia, Italia y España sobre los países pequeños de la zona euro. Así se aseguran disponer de un representante permanente en la cúpula del BCE, mientras que el principio de rotación sólo se aplicará en la práctica a los dos puestos restantes para los países pequeños.

La elección del candidato europeo al cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que opta Rodrigo Rato, se aplazó hasta la semana próxima.