En la línea de aumentos paulatinos que abrió el pasado junio y con el objetivo de evitar que una economía en crecimiento moderado empuje la inflación, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos subió ayer otro cuarto de punto los tipos de interés, que se sitúan ahora en el 2,25%. El comunicado en el que el Comité del Mercado Abierto anunció la subida envía el habitual mensaje tranquilizador: "La economía parece estar creciendo a ritmo moderado pese al aumento en los precios de la energía, y las condiciones del mercado laboral continúan mejorando gradualmente". Añade que la inflación parece bajo control.

La Fed, según el comunicado, considera que incluso después de esta última y quinta subida consecutiva del año, "la posición de la política monetaria sigue siendo acomodaticia y, emparejada con un robusto crecimiento subyacente en la productividad, lo que da apoyo continuo a la actividad económica".

RETIRAR EL ESTÍMULO La referencia a la política acomodaticia es clave para entender la decisión de la Fed, pues desde la crisis que siguió a los atentados del 11-S tanto el Gobierno estadounidense como el organismo que preside Alan Greenspan han estado utilizando instrumentos a su alcance para estimular la economía. Los tipos llegaron a estar a un 1%, un mínimo en los últimos 46 años, hasta que empezaron las subidas en junio.

Desde entonces esos incrementos graduales de un cuarto de punto envían el mensaje positivo de una economía no tan necesitada de estímulos, aunque aún se está lejos del tipo neutral (que ronda el 4%). Aunque la última subida indica que la Fed no prevé turbulencias en los próximos meses, en el comunicado se insiste en que se "responderá a cambios en los perspectivas económicas como sea necesario para mantener la estabilidad de precios". En Wall Street, donde la decisión era esperada, las acciones cedieron parte de las ganancias que habían conseguido por la mañana, pero se mantuvieron en territorio positivo tras el anuncio de la subida.

La subida supone que, por primera vez desde marzo del 2001, EEUU haya puesto el objetivo de sus tipos a corto plazo por encima de los del Banco Central Europeo. El anuncio llegó sólo horas después de que se supiera que el déficit comercial de EEUU en octubre se disparó un 9%, un dato que refuerza las ansiedades ante la caída del valor del dólar. En general, el país mira a la economía con optimismo moderado. Los precios del petróleo, que alcanzaron un máximo de 55 dólares por barril en octubre, se han moderado y ahora ese coste ronda los 41 dólares. El mercado de trabajo sigue recuperándose y en noviembre se crearon 112.000 puestos de trabajo, y el PIB creció en Estados Unidos a una tasa anual del 3,9%.