Nueve meses de negociaciones y movilizaciones han sido necesarios para que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los sindicatos alcancen un acuerdo marco sobre los astilleros públicos de Izar. El documento firmado ayer por la noche con CCOO y UGT y sin el apoyo por el momento de los sindicatos minoritarios (CIGA, ELA y CAT) será ratificado hoy por el consejo de administración de la SEPI, que aprobará el inicio del proceso de liquidación de los cuatro astilleros civiles tal y como exige Bruselas.

SIMILAR AL PACTO ANTERIOR El acuerdo no difiere mucho del pacto alcanzado el 17 de octubre excepto en que el nuevo documento no alude a la estructura accionarial del futuro grupo civil. La posibilidad de que el Estado mantuviese el 49% de las acciones y de que se entregase el 21% a las cajas de ahorro causó el rechazo del plan por parte de la Comisión Europea.

La nueva fórmula de viabilidad de la empresa pública es más sencilla. Los antiguos astilleros militares, junto a Fene y San Fernando, se agruparán en una nueva empresa de capital público. Después, los otros cuatro centros civiles entrarán en un proceso de liquidación que irá paralelo a su privatización, con la garantía de que la SEPI mantendrá un porcentaje minoritario en el grupo civil y no venderá los astilleros por separado.

La clave de este acuerdo es que los sindicatos mantendrán el control sobre el proceso de liquidación y sobre la entrada de los nuevos socios. Fuentes de la negociación apuntaron que una liquidación pactada como la de Izar puede durar años ya que las centrales podrán vetar la incorporación de cualquier inversor y la venta de cualquier activo si lo ven lesivo para el futuro de Izar.

También el escollo laboral fue resuelto ayer. La SEPI no aplicará medidas de movilidad geográfica para los trabajadores, sólo un programa de bajas incentivadas y prejubilaciones que afectará a unos 4.050 empleados mayores de 52 años de edad.

Uno de los problemas que más dificultades ha ocasionado dentro de la negociación del acuerdo de Izar es que los sindicatos exigieron a la SEPI que garantizara carga de trabajo para que los astilleros civiles puedan subsistir mientras dura el proceso de liquidación y privatización.

La SEPI ya ha puesto sobre la mesa algunos contratos. Uno es el buque hospital que ya se está construyendo en Gijón, más un barco quimiquero. Para Sestao se ha previsto un gasero encargado por Gas Natural. Sevilla hará las esclusas del puerto de esta ciudad y Manises fabricará desalinizadoras, además de motores de las embarcaciones encargadas. Además, hay otros contratos como unas lanchas que ha encargado el Ministerio de Defensa a San Fernando. Otros pedidos de Repsol y de Irán y Venezuela están en negociación.