Mario Draghi, un catedrático de Economía de 58 años, padre de dos hijos, persona de carácter reservado y abierto al diálogo será el nuevo gobernador del Banco de Italia a partir del 1 de febrero. Actualmente es vicepresidente del banco de inversiones Goldman Sachs. El nombramiento formal de Draghi corresponde al presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, a propuesta del Consejo de Ministros y tras haber escuchado la opinión del Consejo Superior del Banco de Italia, que ha sido "positiva, por unanimidad".

Terminan así seis meses de polémicas y turbias revelaciones sobre la gestión del banco central por parte de Antonio Fazio, que dimitió la pasada semana tras 12 años en el cargo. Fazio es investigado por la justicia por su intervención en las ofertas públicas de adquisición (OPA) sobre la Banca Nazionale del Lavoro (BLN) y la Banca Antonveneta.

DEVOLVER LA CONFIANZA Draghi será el noveno gobernador de la institución y el primero con un cargo de seis años de duración, de acuerdo con la ley sobre el ahorro aprobada este mes. Hasta ahora, el cargo era vitalicio. Su primera misión consistirá en devolver al banco emisor la confianza perdida durante los últimos años, con las quiebras de las industrias Parmalat y Cirio y las maquinaciones financieras entorno a las ofertas bancarias. Su nombramiento ha sido recibido con aplausos y alivio por todos los partidos y los ambientes económicos.