El acercamiento entre PSOE y CiU dio ayer un paso de gigante. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, pactaron ayer los cambios en la reforma del IRPF y del impuesto de sociedades que van a permitir desbloquear la tramitación parlamentaria de la reforma fiscal. Este proyecto estrella del Gobierno corría el peligro de ser rechazado mañana en el Congreso, que votará las enmiendas de totalidad presentadas por PP, IU, ERC, CiU y BNG.

Tras una reunión de hora y media, Duran i Lleida anunció el acuerdo de CiU con el Gobierno para adelantar a enero la rebaja de cinco puntos (del 30% al 25%) del impuesto de sociedades que pagan las pymes. El Gobierno preveía aplicar esta rebaja de forma gradual, a lo largo de cinco años. Lo mismo que la rebaja del 35% al 30% del tipo general del impuesto. Solbes se mostró ayer dispuesto a acelerar esta rebaja, pero no hubo concreción.

CiU también presentó como logros de la negociación el mantenimiento de la deducción por I+D+i hasta el 2012. Además, se mantendrá la deducción por las plusvalías reinvertidas. La deducción por actividades exportadoras desaparecerá, pero se creará una partida de gasto en el Instituto de Comercio Exterior. En el IRPF, el acuerdo incluye la posibilidad (no concretada) de elevar el mínimo exento por hijos y de extender la deducción por hijos de cero a tres años a las madres que no trabajan fuera del hogar.

Duran dijo que "nace una relación que no se va a detener con esta reforma fiscal". La luna de miel con CiU es estratégica para el Gobierno. Tras la ruptura del tripartito catalán, el PSOE ya no tiene seguro el apoyo de ERC.